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En el año 2000 Buenos Aires tendrá el equivalente a 50 Palermos". El título de la nota publicada por el diario masserista Convicción, el 18 de octubre de 1978 anticipaba un luminoso futuro con diez millones de árboles, lagos artificiales y parques públicos, que se harían realidad en las 12.500 hectáreas de tierras del recientemente creado Ceamse (Cinturón Ecológico), un "anillo verde" de tierras en las afueras del conurbano destinadas a enterrar la basura de la Capital y sus alrededores. Trabajo, tiempo y planificación irían convirtiendo los basurales en maravillosos parques. Que jamás se hicieron, por supuesto.El Ceamse es una empresa integrada y dirigida por la Capital y la provincia de Buenos Aires, que fue creada por la ley 9.111 de 1978 tras la prohibición de incinerar la basura, como se hacía hasta entonces. Para a ese fin se obligó a la Capital y a 27 municipios a destinar sus residuos en sus cuatro rellenos sanitarios, previo pago de una tasa. Un esquema que ahora también está en crisis.
En un debate organizado por la Fundación Metropolitana y la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, funcionarios porteños, bonaerenses y municipales coincidieron en un diagnóstico oscuro: el actual sistema "cumplió un ciclo", los rellenos del Ceamse "no tienen suficientes controles", y "se han tomado pocas decisiones" para remediar esa situación.
Varios especialistas aseguran que, si no hay correctivos, la vida útil de los actuales rellenos no superaría los dos años. Uno es el ingeniero Domingo Suppa, director del Centro de Investigación Municipal: "Los rellenos deberían haber sido rediseñados hace 10 años, pero nadie pensó en el futuro. Se aguanta un par de años, no más".
La cuestión es que detrás de todo este verdadero caos que vivieron los bonaerenses, que no sabían que hacer con sus residuos, apareció la posibilidad de enviar “basura” a Entre Rios, "gracias" a que nuestro ex senador nacional y ex candidato a gobernador ofreció tierras de su propiedad en Villa Paranacito.