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aclarando que las demás acreencia que tenia para con el municipio las incorporo a un plan de pagos de una deuda por tasas - a lo que me sugirió que fuera al municipio ya que personalmente se encargaría de tener lista la orden para que me pagaran.

Pero hoy cuando fui el Señor Galaz (Jorge), el Secretario de Hacienda, muy amablemente me informa que no podía ser, por lo que me traslado hasta la oficina de Carlin para tratar de averiguar lo que paso y allí, ni bien entre, empezó con sus gritos”.

Mas adelante Riello le reclamo al funcionario “ no me grite mas, soy una persona que no permito que me grite ni mi marido” y “tampoco mi madre, que hace diez años la perdí, lo hacia, jamás, a lo que a viva voz exclamo que era una hija de mil puta”, fue entonces que la esposa del municipal admitió haberle reprochado los epítetos subiendo la apuesta: “si mi madre fue una puta, tu madre debe haber sido mil veces peor porque te parió a vos”, lo que desato la mayor tensión vivida en el palacio municipal.

“Me golpeo por todos lados , me rompió un diente, los lentes y me insulto hasta el cansancio...nadie lo podía parar”, dijo finalmente Riello que radico la denuncia en dependencia policial local. Mientras desde la sede del gobierno comunal no hubo informacion alguna en relacion a esta grave imputacion realizada por la Señora Riello el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales emitio un comunicado en el que repudia la sitaucion denunciada por la esposa de un municipal y anuncia que accionara contra el Municipio y las autoridades responsables de este hecho.El comunicado plantea "¿Hasta cuando? y ¿cual es el limite?".

El SOEM asegura que "quienes conocen la situación real de la municipalidad con sus trabajadores y sus jubilados, este es un episodio de mas gravedad que los que se suscitan diariamente, pero inexplicablemente las autoridades del municipio, los Concejales nunca desean ver ni conocer, como asimismo la población que con pasividad a contribuido a la instauración de un gobierno que hace del miedo, la presión , la necesidad y el sufrimiento sus principales herramientas de gobierno".

En otro parrafos plantean "¿que deben esperar?" los trabajadores para reaccionar y apuntan al HCD: "¿ porque tanta desidia y complicidad, por acción u omisión ante los atropellos que sufren los trabajadores, jubilados y quienes concurren por necesidad al gobierno comunal ?".

Finalmente indican que "los dirigentes tenemos la responsabilidad de no haber podido lograr que los trabajadores pierdan el miedo, pero todos, en mayor o menor grado somos culpables de permitir un gobierno de estas características, porque aún este hecho seguramente, será uno mas, las preguntas son ¿ Hasta Cuando? ¿Cuál es el límite?".