Una vez acordadas las fechas de votación en el debate de la mini-reforma electoral, la puja pasa ahora por el reclamo, especialmente vecinalista, de poder competir por senadurías sin adherir a candidaturas a otros cargos. Habría luz verde.
E
l Senado provincial avanzó en quizás el principal aspecto de la mini-reforma electoral que presentó el justicialismo por necesidad del gobernador Gustavo Bordet. Este miércoles, tras la reunión de Asuntos Constitucionales de la Cámara Alta, se confirmó que hay acuerdo entre oficialismo y oposición para acotar el margen de fechas posibles de votación en caso de desdoblarlas de las nacionales. En Entre Ríos se votarían las PASO en abril y las generales en junio.
El peronismo también accedió a modificar los tramos del proyecto de ley que se estarían reñidas con la autonomía de los partidos políticos en cuanto a la integración de las minorías post-elecciones primarias. En el oficialismo quieren evitar que, una vez sancionado el proyecto -con o sin votos de Cambiemos- aparezcan acciones de inconstitucionalidad.
Con el camino allanado respecto de esos grandes temas, al día de hoy el mayor escollo que tiene el consenso alrededor de la ley es promovido desde el vecinalismo, aunque no involucraría solamente a este colectivo político de la provincia, que gobierna nada menos que 13 intendencias sin estar todas bajo el paraguas de un mismo partido.
Desde el vecinalismo o localismo se reclama -aunque, se insiste, la ventaja no sería sólo para dirigentes vecinalistas- que se modifiquen las condiciones para presentar candidaturas a senador departamental. Actualmente, para postularse a una banca en la Cámara Alta provincial hay que adherir a una boleta encabezada por una fórmula de candidatos a gobernador-vicegobermador, con sus respectivas listas de pretendientes a diputados.
En el oficialismo evalúan acceder al pedido para contener el voto de Canali, aunque pueden aprobar la reforma sin él.
La puja del sector mencionado es que se reduzcan esas exigencias y un dirigente pueda candidatearse a representante departamental en la Legislatura sin estar obligado a pegar a aquellos otros candidatos. En otras palabras, que en el cuarto oscuro pueda presentarse una boleta que postule senador e intendente local, o incluso una papeleta de un sólo cuerpo: el de la senaduría.
En el oficialismo por estas horas evalúan acceder al pedido. El acuerdo con el colectivo político que manda en 13 municipios no es despreciable, en caso de que en 2019 los referentes traccionen en favor de la reelección del gobernador. Cabe recordar que hay varios jefes comunales vecinalistas que ya no tendrían margen para una nueva reelección en sus ciudades, por lo que piensan en ir por la banca del departamento en el Senado.
Inclusive, INFORME DIGITAL supo que el portavoz del sector en la Cámara Alta provincial, el senador por Colón Pablo Canali, ex intendente de San José, tendría su voto a la reforma electoral condicionado a la inclusión en el proyecto de una cláusula que flexibilice requisitos para estas candidaturas. En el peronismo analizan conceder el pedido, aunque también saben que no necesitan de su voto para aprobar la ley. El oficialismo cuenta 10 sufragios contra siete de Cambiemos. Aún sin la de Canali, sumaría nueve voluntades: el número que se requiere para sancionar la reforma.