La Cámara Alta rechazó la legalización del aborto. En total, 38 senadores votaron en contra, mientras que 31 apoyaron el proyecto.
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l Senado de la Nación rechazó la legalización del aborto a las 02.43 de la mañana. En total, 38 senadores votaron en contra de la legalización del aborto, mientras que 31 apoyaron el proyecto y dos legisladores, el santafesino Omar Perotti y la neuquina Lucila Crexell, se abstuvieron aunque impulsaron sendos proyectos de despenalización de la interrupción del embarazo. Por Entre Ríos votaron a favor los peronsitas Pedro Guastavino y Sigrid Kunath; y en contra el macrista Alfredo De Angeli. El debate legislativo fue seguido con expectativa en las inmediaciones al Congreso nacional por una multitud de personas a favor y en contra de la iniciativa.
Paralelamente, se celebraron manifestaciones a favor en las principales capitales de provincias y en más de 40 ciudades del mundo. Varios senadores evaluaron al comenzar la discusión la posibilidad de que en caso de que el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo fuera rechazado se votarían otros proyectos intermedios.
Entre las propuestas mencionadas figuraban una que propone la despenalización en general del aborto como práctica y otra que refrenda el fallo de la Corte Suprema, conocido como "F.A.L.", acerca de que no resulta punible la interrupción del embarazo proveniente de toda clase de violación y que cualquier caso de aborto no punible no está supeditado a trámite judicial. Sin embargo, las negociaciones legislativas fracasaron.
Con el rechazo, el proyecto no podrá volver a ser tratado en este año parlamentario, aunque los promotores de la ley se ufanan de haber instalado el debate en la sociedad y, probablemente, forme parte de la agenda de la campaña electoral de 2019.
La media sanción de Diputados que se puso a consideración proponía la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación, que debería atenderse en todas las instituciones públicas y privadas de salud, dentro del Programa Médico Obligatorio (PMO), como una prestación básica de salud. Los impulsores del proyecto alegaron que en el país hay entre 47 mil y 52 mil hospitalizaciones al año a consecuencia de abortos clandestinos mal realizados, y decenas de mujeres (43 en 2016, según estadísticas oficiales) mueren por esa causa.
Del otro lado, con la consigna “salvemos las dos vidas” y el llamado a proteger “la vida desde la concepción”, los senadores antiabortistas consolidaron su mayoría sobre todo con el aporte de las provincias del Norte y la influencia de la Iglesia Católica, que jugó fuerte en este debate, como no lo había hecho en Diputados.