E

l intendente de Paraná, Sergio Varisco, hará un  acto esta noche para comunicar la decisión que deberá tomar tras una reunión de “altísima tensión” –así se reveló a INFORME DIGITAL-  que mantuvo el jefe comunal este jueves por la noche con los ministros del Interior, Rogelio Frigerio, y de Seguridad, Patricia Bullrich, y el presidente de la UCR nacional y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo.

“Esto nos está llevando puestos a todos”, resumió una fuente calificada del gobierno nacional ante INFORME DIGITAL para resumir en una frase lo que le transmitieron en el cónclave a Varisco; inclusive uno de los integrantes de la reunión llegó a pedirle al intendente, en el momento de mayor tensión, que “evalúe dar un paso al costado”.

“Varisco nunca traficó drogas y lo vamos a demostrar en la justicia. Esto es una barbaridad jurídica. Que imputen a una persona por alguien que escribió que alguien es narcotraficante es de una dimensión que sin dudas vamos a refutar”.

En ese contexto, Varisco insistió en su inocencia y se aferró a un salvoconducto de último momento. “Decidió que se irá de Cambiemos”, reveló la fuente nacional y agregó que “cuando se demuestre su inocencia volverá a la alianza del PRO con la UCR”. 

La decisión de Varisco no habría conformado a los integrantes de la reunión, inclusive el jefe del partido radical evaluó negativamente que “ahora resulta que sólo los radicales estaremos en la parrilla, como si la sociedad va a diferenciar hoy entre PRO y UCR en Cambiemos”, indicó la fuente.

Así las cosas, Varisco se volvió a Paraná con su salida bajo el brazo y con un aval parcializado de la mesa chica de Cambiemos del riñón presidencial. “Varisco nunca traficó drogas y lo vamos a demostrar en la justicia. Esto es una barbaridad jurídica. Que imputen a una persona por alguien que escribió que alguien es narcotraficante es de una dimensión que sin dudas vamos a refutar”, indicó un funcionario del intendente de Paraná.

El juez Federal Leandro Ríos está al borde de resolver la situación procesal de Varisco. Puede dictarle falta de merito, sobreseerlo, procesarlo y hasta llevarlo a la cárcel. La última opción es la que hace temblar a la mesa chica de Macri y motivó la reunión de este jueves en Buenos Aires.