Se trata de Sebastián Britéz. Ex futbolista del Rojinegro y campeón con Huracán. Acusado de participar en una entradera a una distribuidora de Paraná. El botín fue de US$30 mil y $2 millones.
E
l millonario robo a una distribuidora de bebidas en Paraná, Entre Ríos, destapó una trama que incluye la traición de uno de los empleados, la confesión de un integrante de la banda delictiva y hasta el protagonismo de un exjugador campeón con Huracán que está por cumplir seis meses como prófugo.
Brítez ascendió en 1989 a primera división con Huracán.
De acuerdo a lo publicado por TN en su web, el sábado 22 de
julio Luciano Alegre, empleado de la empresa Belloni Distribuciones, fue a la
fábrica a tomar unos mates. Su presencia fue llamativa para el resto de sus
compañeros, que no solían verlo ahí. Llegó bien temprano y se fue a las 9 de la
mañana, unos minutos después de que se retirara el último de sus jefes. El plan
ya estaba en marcha.
Pasadas las 10 de la mañana, dos hombres llegaron a bordo de una camioneta blanca, tocaron el timbre de la distribuidora y advirtieron que venían a retirar un pedido a nombre de un habitual cliente. Apenas el empleado les abrió la puerta, le pegaron con la culata de un arma, lo amenazaron y lo maniataron. Llegaron a disparar contra el suelo, a pesar de que la única persona en el lugar estaba reducida.
No perdieron el tiempo, tenían todo muy claro. Rápidamente
fueron a la oficina donde estaba el dinero y se llevaron un jugoso botín de
US$30.000 y $2.000.000. Todo era parte de la recaudación de la empresa que
quedaba guardada de viernes a sábado. “Tenían datos exactos de que ese día iban
a tener dinero”, señalaron desde la investigación.
Los ladrones escaparon a toda velocidad a bordo de la Ford
Ranger, pero fueron tomados por las cámaras de seguridad de la provincia. Al
ser advertidos sobre el robo, la investigación avanzó a toda velocidad y en
pocos días obtuvo resultados positivos.
Una de las pericias que se realizó en el lugar detectó una
huella de un dedo de la mano. Cuando se hizo el cotejo se detectó que se
trataba de Leonardo Antonio Román, un uruguayo con antecedentes por robos
agravados que tenía domicilio en Ingeniero Budge, Lomas de Zamora.
Con el primero de los sospechosos identificados y la
reconstrucción de la fuga a través de las cámaras, el fiscal de delitos
complejos de Paraná, Mariano Budasoff, ordenó el allanamiento de la casa de
Román. Allí encontraron la camioneta del robo, parte de la recaudación y al
propio Alegre, que fue detenido y trasladado a Paraná.
Cuando el acusado llegó a Entre Ríos y habló con el fiscal, le adelantó que iba a confesar todo cuando estuviese preparado. Pasó un tiempo, la confesión llegó e involucró no solo a un empleado de la empresa, sino a Sebastián Ramón Brítez, ex jugador de Patronato y campeón con Huracán.
Belloni Distribuciones.
La confesión que destapó todo e hizo estallar una disputa
familiar
“Cuando amplió su declaración empezó a hablar de una persona
que estaba adentro de la empresa”, señalaron desde la investigación sobre las
primeras palabras que dijo Román, quien ya estaba detenido en la Unidad Penal
N°9 de Gualeguaychú.
Al margen de la acusación contra uno de los empleados, el
nivel de detalle de los datos que dio fue estremecedor: “Contó que estuvo
alojado en un hotel céntrico de la ciudad y que se habían reunido ahí un día
antes del robo”. Todo su relato se constataba con la realidad.
Cuando revisaron las cámaras del hotel, reconocieron a los
tres protagonistas del robo. Sin embargo, la calidad de la imagen no les
permitía a los investigadores identificar con nombre y apellido a los
compañeros del -hasta ese momento- único detenido.
“La persona con la que entré a robar es un ex jugador de
Patronato. Yo lo conozco como Seba, su apellido es Brítez y le dicen Negro”,
dijo Román en una de sus declaraciones, en donde también señaló a Luciano
Alegre como el empleado de la distribuidora que había brindado información.
Pero la acusación no solo quedó en ese señalamiento, sino que el hombre aportó muchos datos: “Sacaba fotos desde adentro. Hasta le sacó fotos a la secretaria contando dinero. El día anterior estuvimos en su casa y nos dijo que nos iba a avisar cuando teníamos que entrar a robar”.
Brítez se retiró en 2002 en Patronato.
Román también le brindó a la investigación la dirección de
la casa de Alegre. La orden de allanamiento se realizó el 27 de diciembre,
derivó en la detención del segundo de los sospechosos y en ese procedimiento se
corroboró toda la información que había dado el acusado. “Su testimonio es muy
certero y contundente, corroboramos que la casa era como nos dijo”, explicaron.
Con la detención de Alegre estalló una interna familiar.
Sebastián Ramón Brítez, todavía prófugo, es el suegro de Alegre y hace meses
que perdió contacto tanto con su expareja como con su hija, todavía novia del
detenido. “La relación está quebrada porque entienden que la culpa de la
prisión preventiva de Alegre es de Brítez”, detallaron a al mismo medio.
Según señalaron fuentes de la investigación, los familiares
del ex jugador del Roojinegro y el Globo estaríam tratando de convencerlo de
que se entregue y así poder restarle protagonismo a Alegre en el robo. El yerno
del exfutbolista no cuenta con antecedentes y se baraja la posibilidad de que
haya sido presionado por el propio Brítez.
“Se dio cuenta de que en la empresa había mucho dinero y
pensó que le podía salir. De alguna manera lo fue ideando con el suegro”,
aseguraron desde la investigación sobre el hombre que sigue detenido en la
Unidad Penal N°1 de Paraná.
Durante los últimos días del 2023 prefirió no hablar, pero
habría pedido declarar ante el fiscal luego de la feria judicial, en los
primeros días de febrero. Mientras tanto, sigue a la espera de que su suegro
sea detenido o se entregue.
Parte del botín que robó la banda de tres integrantes en una distribuidora.
Un bar a nombre de un testaferro, viajes a Brasil y el
cambio del auto: la ostentación del robo
Una de las particularidades que tuvo el millonario robo
tiene que ver con la ostentación de dinero que hizo Luciano Alegre luego de
repartir en tres partes iguales el botín robado el 22 de julio del año pasado.
El joven recibió US$10.000 y poco menos de $1.000.000 con
los que compró un bar en Paraná. Bar que solía promocionar a través de las
redes sociales y que puso a nombre de un testaferro para no exponerse. “En la
empresa solía ostentar sobre su bar”, cuentan sus excompañeros.
Pero la actitud ostentosa del empleado iba más allá que el
negocio que estaba impulsando. “Hablaba de unas vacaciones de Brasil que había
sacado para febrero y decía todo el tiempo que iba a cambiar el auto”,
detallaron.
Las vacaciones nunca ocurrieron, dado que está detenido
desde fin de año, y el auto todavía no pudo ser cambiado. Su novia todavía lo
apoya y cree que la mayor responsabilidad es de su padre, quien ya había
participado de otros robos.
Desde la investigación, por su parte, señalaron que se trató de un plan “muy improvisado”. “Usaron una camioneta con patente, comprada en octubre de 2022, que llamaba muchísimo la atención. Dejaron huellas y hasta hicieron un disparo de advertencia. La vieron fácil y tenían todo muy improvisado”, evaluaron.
El juez de Garantías de Paraná, Eduardo Ruhl, dictó la prisión preventiva de Luciano Emanuel Alegre.
Cómo sigue la búsqueda del exjugador de Huracán
Sebastián Brítez está a días de cumplir seis meses prófugo.
La investigación lo ubica en el hotel el día anterior al robo y la señal de los
teléfonos lo pone en la escena al momento de la millonaria entradera.
“Sabemos que vino a Paraná, estuvo en la casa de Alegre y
con Román en la distribuidora”, detalló una fuente judicial a TN. Después del
robo lo identificaron huyendo por el sur de Paraná y su última señal es en la
localidad bonaerense de Banfield, cerca de las 18 de ese 22 de julio.
Su casa fue allanada y ahí encontraron parte del botín que
se llevó: una lancha que había comprado, un fajo con miles de dólares y otro
con miles de pesos. Pero él no estaba y todavía no pudieron ubicarlo.
La sospecha que mantienen los investigadores es que sigue
ligado a algún club de los que pasó como jugador o como empleado. La mira pasa
por si tiene una casa en alguna de las localidades done trabajó o si alguien
lo está alojando para cubrirlo. Por el momento no hay rastros del ex jugador
del Patrón de Entre Ríos.