Secretarios y Secretarias Generales del gremio docente se reunieron en la sede de la Seccional Colón. Tras el encuentro emitieron un extenso comunicado donde exigen mejores condiciones salariales, laborales y edilicias.
L
a Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos
desarrollo el Plenario de Secretarios y Secretarias Generales que tuvo lugar
este jueves 16 de marzo en la sede de la Seccional Colón.
En este marco, los representantes del gremio docente dieron
a conocer, tras la reunión, un extenso comunicado titulado A cuatro décadas de
vigencia, Defender la Democracia es alcanzar y afianzar derechos.
En el texto, los representantes de AGMER señalan en
distintos puntos que consideran fundamentales, donde plantean reafirmaciones y
reivindicaciones de derechos.
El texto completo de Agmer
A cuatro décadas de vigencia
Defender la Democracia es alcanzar y afianzar derechos
Transitamos tiempos agitado. El mundo después de la pandemia
ha vuelto a poner en la superficie la división existente entre una parte
-mayoritaria- de la humanidad que se manifiesta ejercitada y solidaria con los
derechos humanos, las conquistas sociales y laborales, defensora del ambiente y
la salud del planeta frente a las tendencias mezquinas, individualistas, a
favor del lucro y la voracidad permanente del mercado. Alguna vez afirmábamos
que lo que enferma es el capitalismo. Hoy, además, pareciera que desde las
entrañas de la historia volvieron las peores concepciones fascistas que
parecían sepultadas pero que han vuelto a germinar primero en Europa y se han
dispersado con notable facilidad por todo el planeta. Latinoamérica,
particularmente nuestro país, ya convive y padece la pestilencia de sus
discursos.
Dichos planteos, localmente se replicaron en días de
pandemia y hoy conviven en una sociedad que se prepara para alcanzar cuarenta
años ininterrumpidos de Democracia, de la que -hemos dicho- no es perfecta y
que no habrá ejercicio pleno de la misma mientras haya un solo ciudadano pobre
en Argentina. Y a partir de ahí todo lo demás: ni un pibe menos asesinado por
las fuerzas del Estado, ni una mujer discriminada salarial y laboralmente, ni
un monte más arrancado del ecosistema, etc, etc.
Este año el “Cuaderno de Apuntes” tiene como tema central la
Democracia, como ejercicio de memoria permanente, como una necesidad de
protegerla y reflexionarla día tras día. Y no es casualidad, nuestra Política
Gremial la posiciona como la prioridad a ser tratada en este año. Porque nos
preocupa que estemos asistiendo a los últimos meses de vigencia de la misma. Lo
hemos dicho sin vueltas, si como sociedad no reaccionamos y ponemos un freno,
en 2024 estaremos dando la disputa en una “democracia recortada en sus derechos
y de baja intensidad”. Una democracia pensada, y que pretenden organizar y
ejecutar desde los medios de comunicación hegemónicos, con un poder judicial
que los blinda y CEOS gobernantes que se preparan para avanzar en una reforma
laboral fulminante para los trabajadores y trabajadoras, extender la edad
jubilatoria y avanzar en la reforma previsional, ahogar a las obras sociales,
recortar presupuestos en salud, educación, ciencia y tecnología, devastar a la
clase media, intervenir las organizaciones sindicales y sociales liberando así
el campo para recortar derechos y sostener salarios a la baja. La democracia
(insistimos, aún imperfecta) y los derechos que hoy conocemos dejarían de
existir en este país.
El odio, la intolerancia, el desprecio por el que menos tiene,
la desconfianza hacia el inmigrante procedente de países hermanos también se
llevan de la mano con el desaliento, la sensación de derrota permanente, de la
insatisfacción cotidiana que nos impregna de frustración constante. Estos
mensajes generan la tentación fácil y riesgosa de reproducir el escepticismo.
Porque así cada avance logrado “no es suficiente” “no sirve” “otra vez
perdimos”. Entonces, las conquistas que podamos lograr (por escasas que sean)
que son el resultado de una lucha dada en el conjunto, por el ejercicio
individual de insatisfacción permanente, quedan ocultas. El poder hegemónico
nos educa todos los días, desde que nos levantamos, a transitar en la derrota
constante.
El debate electoral de este año alumbra el intento de
intervenir las provincias con un arsenal discursivo altamente regresivo y
persecutorio hacia los trabajadores. Definiciones pensadas desde el centralismo
porteño y fogoneadas desde los medios de comunicación hegemónicos. Estas
consignas, “forasteras” contienen conceptos perversos, palabras y frases
“copadas”, fáciles de retener y de reproducir. Uno de ellos es el de “pandemia
educativa”. Esto, en lo profundo, supone atacar llanamente el sistema educativo
entrerriano y el Estatuto del Docente, vigente desde 1962. Lo atacan acusándolo
de ser un modelo anacrónico, rutinario, un monstruo económicamente pesado que
no rinde. Lo que todavía se cuidan de decir es que en realidad atacan al Estado
como garante de derechos (no es novedoso este intento de desfinanciamiento, ya
lo hemos resistido en los noventa). La Educación pública, como hoy la conocemos
incluso con nuestras críticas, no existe ni en el Uruguay, ni Brasil, ni en
Chile, muchísimo menos en EEUU (la meca de estos CEOS), la gratuidad en la
Argentina se da desde los 3 años hasta terminar la universidad. Ni hablemos de
la Salud Pública. Es decir, hay un Estado (no hablamos de gobierno) todavía
garante de derechos. Y esta es la disputa central: el Estado. Porque este grupo
de CEOS y tecnócratas candidatos no pretenden eliminar el Estado, lo quieren
para ellos y el poder real que representan. En la pandemia real que padecimos
el gran empresariado, con Clarín a la cabeza, fueron al Estado a reclamarle que
los auxilie con el pago de los salarios. No son slogans vacíos de campaña, la
“educación como servicio esencial” significa eliminar el derecho constitucional
a huelga ocultado en una frase que parece copada y hasta de ocasión.
Este momento histórico nos obliga, como organización
sindical a estar todavía más alertas, en el marco de los 50 años de la
declaración de Huerta Grande y la creación de la CTERA como herramienta de
unidad y lucha de la docencia organizada. Seguimos reivindicando nuestra
condición de trabajadoras y trabajadores de la educación.
Venimos de alcanzar una propuesta de recomposición salarial
del 40 % con los haberes de mayo (lo que la posiciona en una de las tres
mejores del país, en el plano docente), no es un triunfo de un grupo de
dirigentes, sino la conquista del conjunto de la docencia organizada. Sabemos
que no es suficiente para sacar a un sector de compañeros y compañeras que
todavía se encuentra bajo la línea de pobreza. Sabemos también que si no se
frena la escalada inflacionaria en poco tiempo estaremos nuevamente dando la
disputa salarial. Sin embargo nos aferramos en valorar el esfuerzo de lo
colectivo, único resguardo frente a lo que tendremos que afrontar prontamente.
Y así lo hemos impulsado y logrado desde nuestra representación en el CGE
respecto a ámbitos paritarios, acuerdos y resoluciones que han garantizado
procesos concursales y mayor estabilidad laboral.
Valoramos el acuerdo alcanzado por CTERA en la Paritaria
Nacional, no solo en cuanto a definir un piso salarial que impactó
favorablemente para las discusiones salariales provinciales como también en lo
referente al Impuesto a las Ganancias que afecta a los salarios, eximiendo a
miles de docentes de tal imposición injusta, sin abandonar la perspectiva de
eliminar dicho gravamen para los trabajadores. Del mismo modo, el impulso del
proyecto legislativo avalado por la CTERA de elevar al 8% del PBI la inversión
educativa nacional.
Demandamos más Estado a favor de sus trabajadores y
trabajadoras, de nuestros alumnos y alumnas y sus familias. Más Educación
Pública, esto supone también plantear nuestras críticas y demandas. La presente
“ola de calor” pone sobre la mesa lo que falta y demuestra la necesidad de que
la imprescindible presencia del Estado sea permanente y efectiva garantizando
las condiciones de trabajo y de aprendizaje, tanto de docentes como de nuestros
gurises. De esta emergencia devenida del cambio climático, que ya venimos
denunciando, todos y todas debemos sacar conclusiones que se transformen en
aprendizajes. Entendemos que el debate y la preocupación debe desarrollarse
despojado de todo interés mezquino. Había que tomar decisiones simples y
realistas, que atendieran primero a los más necesitados. Alcanzaba para evitar
malestar y confusión una comunicación escrita desde el CGE a las Direcciones
Departamentales de Escuelas recordando que, ante situaciones imprevistas -como
las que padecimos-, se encuentra vigente y a disposición la Resolución 4950/22
de Calendario Escolar en referencia a las emergencias climáticas. Habremos
aprendido, entonces, que los emergentes necesitan de medidas ágiles y
flexibles, mientras dure la emergencia. Todo ello sin contar la presente deuda
en la infraestructura edilicia, en la conectividad digital partiendo de la
comunicación como derecho humano y herramienta pedagógica; y en los necesarios
criterios de organización institucional que forman parte de nuestras
formaciones docentes, pilar de una escuela pública abierta, democrática y
espacio vital para un pensamiento crítico como sustento de una educación
emancipadora. Pensar y hacer realidad el eje de escuelas, comunidades y
familias. Y sin duda, no se puede reflexionar sobre la ola de calor sin la
transversalidad de la educación ambiental, la mirada sobre los modelos
productivos depredadores y qué políticas necesitamos para hacer habitable y
viable a nuestra madre tierra.
Finalmente, nos parece importante el planteo inicial, el
futuro de la democracia, de la convivencia tolerante y pacífica (aun con las
imperfecciones y carencias que tenemos) es lo que centralmente está en tensión
en nuestra sociedad. Y a nadie la gusta vivir en la incertidumbre. Democracia
con más derechos, afianzando los que ya tenemos. Para ello nuestros principales
cuerpos normativos deben ponerse a resguardo, como garantía de que ningún poder
los toque. Proteger la carrera docente y nuestra Escuela Pública, gratuita y
común a todos y todas, con el desafío constante de hacerla cada vez más
protagonista, viva y saludable. Defender la democracia significa un Estado a
favor de las trabajadoras, trabajadores y sectores populares. De lo contrario
la democracia se diluye, dejaría de existir.
En este marco, REAFIRMAMOS
-Defensa irrestricta de la democracia desde una perspectiva
de derechos para todos y todas.
-Por una escuela pública, gratuita y popular. Por un mayor
financiamiento educativo en el orden nacional y provincial.
-Por mayor infraestructura, conectividad, equipamiento y
partidas para comedores escolares.
Pliego de reivindicaciones
-Pago adeudado y aumento de partidas de limpieza
-Aumento de partidas para los comedores escolares
-Provisión urgente de equipamiento para la seguridad en los
edificios escolares y el cumplimiento de las condiciones mínimas establecidas
en el acuerdo paritario para garantizar mejores condiciones laborales y de
enseñanza y aprendizaje.
-Urgente liquidación por Complementaria de las diferencias
salariales y lo referido a un sistema ágil para el pago en tiempo y forma del
Código 029 de Compensación de Transporte
-Pago de todo lo adeudado a docentes de los programas
socioeducativos de financiamiento nacional (PMI, FINES, EPS)
-Pase a Planta Permanente de todas las horas temporarias y
cargos pendientes de estabilidad laboral.
-Emisión de todas las credenciales pendientes para el Nivel
Secundario.