En diferentes barrios y promovidos por el programa “Custodios del Agua” del Enohsa, niños y niñas participaron junto a sus familias de actividades en el marco del Día de la Independencia.
B
ajo el cumplimiento de los protocolos vigentes y con la supervisión del Comité Operativo de Emergencia Sanitaria, se realizaron encuentros culturales en diferentes barrios con una modalidad innovadora que incluyó una toma de juramento donde los niños renovaron el compromiso de cuidar el agua y el ambiente. El intendente Alfredo Francolini y el titular del ENOHSA Enrique Cresto participaron de estas actividades, así como también lo hicieron concejales, funcionarios gubernamentales y referentes barriales concordienses.
Las niñas y niños concordienses conmemoraron el día patrio de un modo particular.
“El presidente Alberto Fernández y el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis nos encomendaron garantizar el derecho al agua de todos los argentinos y argentinas. Este objetivo guía nuestra labor, tanto en la ejecución de obras estratégicas como en el desarrollo de iniciativas públicas que fomentan el cuidado del agua y la sostenibilidad ambiental”, señaló Cresto.
El titular del Enohsa remarcó la importancia "del desarrollo de iniciativas públicas que fomentan el cuidado del agua y la sostenibilidad ambiental”.
“Por eso, este programa promueve una nueva cultura de valoración y uso responsable del agua, fomentando la participación de niños, niñas y adolescentes en actividades de difusión, sensibilización y concientización en sus respectivas comunidades”, añadió.
“En Entre Ríos estamos trabajando junto al gobernador Gustavo Bordet, el Consejo General de Educación, los municipios y las ONGs para llevar este programa a cada rincón de la provincia; en el convencimiento de que el cuidado del agua es un tema que debe estar en el debate público y en lo cotidiano de cada hogar; porque es el tipo de cuestiones que tenemos que abordar con seriedad en el presente para que no sean un problema de gravedad en el futuro”, alertó el funcionario nacional.
“Nuestro objetivo es trasladar esta experiencia que estamos desarrollando en Entre Ríos a todo el país”, adelantó Cresto, “y para lograrlo estamos hablando con funcionarios nacionales, empresas e instituciones que tienen en claro la importancia y urgencia de articular esfuerzos para generar un cambio profundo de prácticas y conductas que nos permitan cuidar mejor el agua”, subrayó.
Agentes del cambio
“Estamos muy contentos de que los chicos participen en este programa del ENOHSA, porque cuando se trata de concientizar y llamar la atención de los adultos sobre determinados temas, son los más chicos quienes mejor llevan el mensaje a casa y lo ponen en debate", comentó al respecto Ana María Fischer, docente de escolaridad primaria que colabora con el dictado de clases de apoyo escolar en barrios de la zona oeste y participó de las actividades de esta jornada.
"Esto pasa con la Educación Vial, con las normas preventivas, con la separación de residuos y un montón de temas donde los más chicos son los que más ayudan a cambiar la conducta de los adultos”, agregó.
“El cuidado del agua es un tema que
acá en el barrio nos viene muy bien tratar, para que la gente sea más
responsable y solidaria”, apuntó Esteban Méndez, vecino del barrio Carretera La
Cruz, en el sector sur de la ciudad también presente en los encuentros. “Porque
muchas veces son los mismos vecinos los que derrochan agua y perjudican a los
demás, y así debe ser también que desperdiciando el agua se va terminando en
todos lados”, concluyó.
El agua está en el epicentro del desarrollo sostenible y es fundamental para el desarrollo socioeconómico, la energía, la producción de alimentos, los ecosistemas y para la supervivencia de los seres humanos.
El agua también forma parte crucial de la adaptación al cambio climático, y es un decisivo vínculo entre la sociedad y el medioambiente.
Uno de los hitos recientes más importantes ha sido el reconocimiento por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas del derecho humano al agua y al saneamiento en julio de 2010.
La Asamblea reconoció el derecho de todos los seres humanos a tener acceso a una cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal (entre 50 y 100 litros de agua por persona y día), segura, aceptable y asequible (el coste del agua no debería superar el 3% de los ingresos del hogar), y accesible físicamente (la fuente debe estar a menos de 1.000 metros del hogar y su recogida no debería superar los 30 minutos).
Los desafíos del agua
Agua, saneamiento e higiene
Las aguas contaminadas y la falta de saneamiento básico obstaculizan la erradicación de la pobreza extrema y de las enfermedades en los países más pobres.
En 2017, 2.000 millones de personas no disponían de instalaciones básicas de saneamiento como baños o letrinas; además, 673 millones de personas aún practicaban la defecación al aire libre.
Según el Programa Conjunto OMS/UNICEF de Monitoreo del Abastecimiento de Agua y del Saneamiento, al menos 2 000 millones de personas en todo el mundo beben agua que puede estar expuesta a la contaminación de las heces. Un número aún mayor consume agua que se distribuye a través de sistemas vulnerables a otros tipos de contaminación.
Agua no potable y mortalidad infantil
El agua no potable y el saneamiento deficiente son las principales causas de mortalidad infantil. La diarrea infantil -asociada a la escasez de agua, saneamientos inadecuados, aguas contaminadas con agente patógenos de enfermedades infecciosas y falta de higiene- causa la muerte a 1,5 millones de niños al año. La mayoría de ellos menores de cinco años en países en desarrollo.
Saneamientos mejorados y beneficios económicos
La relación entre la falta de agua y saneamiento y los objetivos de desarrollo es obvia. Además, solucionar este problema no es solo una obligación, si no que puede ser rentable.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestra que cada dólar invertido se traduce en un beneficio económico de US$5,5. Ese retorno en la inversión beneficia sobre todo a niños pobres y a las comunidades desfavorecidas que más lo necesitan.
Fuente: Naciones Unidas.