Los ministros De Pedro y Vizzotti se reúnen con los mandatarios provinciales para evaluar el avance de la vacunación en la antesala de las nuevas restricciones. Participan los 23 gobernadores y el jefe de gobierno porteño.
E
l ministro del Interior, Eduardo De Pedro, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, mantienen una videoconferencia con los 23 mandatarios y el jefe de Gobierno porteño para conocer la situación epidemiológica de los diferentes distritos. Mientras Entre Ríos permanece entre las provincias más comprometidas, el Gobierno definirá esta semana un nuevo DNU con medidas.
Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Mendoza están sufriendo el peor momento de la segunda ola de coronavirus, consideran desde el Gobierno nacional.
Los ministros participan del encuentro desde el Salón Norte de la Casa Rosada, mientras que cada gobernador lo hace desde su provincia. La reunión virtual se lleva a cabo luego de que el ministerio de Salud informara la muerte de 733 personas en las últimas 24 horas a causa del coronavirus.
Si bien las muertes fueron muy altas, se registró una baja pronunciada en la curva de contagios: Argentina pasó de tener llegar a un pico de 40 mil casos a tener, en el último día, 22.195 contagios.
La intención que hay en la Casa Rosada es darle mayor previsibilidad a las medidas. Además, otro de los focos de la reunión será el avance del operativo de vacunación en todas las provincias.
Esta semana culmina el decreto que instaló nueve días y dos fines de semana de cierres estrictos, y cinco días con una mayor apertura. El Gobierno debe definir esta semana cómo continúa después del viernes 11 de junio, cuando se venza el DNU.
El gobierno de Alberto Fernández logró acelerar el proceso de inoculación gracias a la llegada de vacunas en las últimas semanas. Con las dosis en Argentina, y una proyección de arribos voluminosa, la clave es mejorar la logística en cada distrito.
Durante los últimos 7 días se alcanzó la cifra récord de 2.078.867 aplicaciones en todo el país, con un promedio de 296.981 inoculaciones diarias. La intención es mantener ese ritmo y superar las 7 millones de dosis aplicadas en el mes.
El día que más vacunas se colocaron desde que arrancó el pan de vacunación en diciembre fue el último sábado, cuando se aplicaron 361.972 dosis.
En el lapso de esta última semana arribaron al país un total de 2.966.750 vacunas: 2.148.600 AstraZeneca el lunes pasado y 818.150 Sputnik V del componente 1 el último jueves.
El objetivo inmediato del Gobierno es poder terminar de vacunar, con una sola dosis, a toda la población mayor de 18 años. La fecha posible el inicio de la primavera. Mientras tanto, avanzar con las segundas dosis de todos los que fueron vacunados tres meses atrás.
De Pedro y Vizzotti quieren tener una devolución de los gobernadores respecto a cómo están viendo el desarrollo del plan de vacunación y el impacto de las inoculaciones en el escenario sanitario. De acuerdo a esa mirada federal el Gobierno empezará a discutir con qué medidas sigue a partir de la próxima semana.
La idea original que existía en Casa Rosada es que la ley para regular las restricciones sanitarias, que el Gobierno envió hace un mes al Congreso, saliera esta semana. De esa forma, iba a comenzar a funcionar el semáforo epidemiológico para determinar qué localidades deben restringir sus actividades al límites y cuáles pueden tener más aperturas.
Sin embargo, el proyecto no avanza. Se trata de un esquema similar es el que utiliza Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, donde los municipios están ordenados en 4 fases.
De acuerdo a la cantidad de casos que tengan en promedio con los habitantes del lugar y en qué situación está el sistema de salud, suben o bajan de esas fases y, en consecuencia, disminuyen o aumentan las restricciones.
El proyecto de ley establece el mismo semáforo epidemiológico que el Gobierno imprimió en el último decreto. Se divide en cuatro categorías: Departamentos de Bajo Riesgo, Medio Riesgo, Alto Riesgo y Alerta Epidemiológica.
Los que están en la última categoría serán los que tengan mayor cantidad de restricciones. Además, será el escenario para que el Poder Ejecutivo pueda intervenir si lo considera necesario. Por esta última característica el proyecto aún no pudo lograr su aprobación final.
Logró media sanción en el Senado, donde el Frente de Todos tiene mayoría, pero quedó trunco en Diputados, donde Juntos por el Cambio se negó a apoyarlo y el interbloque donde milita el peronismo disidente y el socialismo no lo avala.
Las autoridades legislativas del oficialismo en la Cámara baja consideran que es complejo sacar el proyecto esta semana. No tiempo ni apoyo concreto para poder llevarlo adelante.
Con ese panorama en el Congreso, el Gobierno debe abocarse a redactar un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia. La construcción de ese decreto demanda de una serie de consultas y reuniones que Alberto Fernández y sus ministros hacen durante los días previos al anuncio.
La reunión de este lunes es parte de ese camino, que en los próximos días podría seguir con encuentros con los expertos médicos que asesoran al Gobierno y también con las autoridades de los gobiernos porteño y bonaerense.
Las unidades de terapia intensiva trabajan al límite de su capacidad.
Al igual que en la última oportunidad que se emitió el DNU, la situación sanitaria en el interior del país es mucho más compleja que la que se vive en el AMBA, donde los casos se estabilizaron y comenzaron un lento descenso, luego de los nueve días de cierre total que se llevaron a cabo la semana pasada. Provincias como Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Mendoza están sufriendo el peor momento de la segunda ola de coronavirus.
Por eso es importante que esos gobernadores expongan cómo está la situación en sus provincias. El Gobierno aún no tiene definido cuál será el esquema de restricciones que se utilice a partir de la semana que viene.
Una de las variantes posibles es aplicar un cierre durante los fines de semana y luego mantener mayor flexibilidad en las medidas durante la semana. Posibilidades que se barajan. Lo que ven más complejo en la Casa Rosada es aplicar otros nueve días de restricciones duras.
Asumen que el cumplimiento no será tan efectivo como el de la semana pasada. Sin embargo, podrí ser el mejor esquema ya que podrían consolidar la baja de casos de COVID-19.
Fuente: Infobae.