A las dos causas por narcotráfico vinculadas al exintendente Varisco, por la que cumple su pena en la Unidad Penal de Federal, se le sumó la condena por el violento robo a la estancia de Las Cuevas.
D
aniel Tavi Celis
puede comenzar a tachar los días del calendario, ahora que ya tiene una pena
única y total a cumplir por un violento asalto en una estancia del Departamento
Diamante y por haber inundado de drogas Paraná y la región, en parte por el pacto
con el exintendente de Paraná, Sergio Varisco. Le unificaron en 15 años y medio
de prisión la condena por el fallido robo a la familia Tulián en Las Cuevas, y
por las dos causas por narcotráfico.
En la audiencia del lunes, el jefe narco pidió clemencia a la Justicia y una oportunidad para su reinserción social. El Tribunal Oral Federal de Paraná impuso una pena única y total intermedia entre los 13 años pedidos por el defensor Augusto Lafferriere y los 18 años solicitados por el fiscal general José Ignacio Candioti.
De este modo,
Celis lleva cuatro años, siete meses y 21 días en la cárcel. Si cumple con
cursos, talleres, capacitaciones, estudios secundarios y trabajo intramuros,
además del buen comportamiento, en unos tres años podría solicitar las salidas
socio laborales y familiares, y luego de a poco ir volviendo al medio libre.
Hoy tiene 45 años y culminará su condena antes de los 56.
La jueza que
presidió esta causa fue Lilia Carnero, pero al estar aislada por Covid la
reemplazó la vocal Noemí Berros. Celis siguió la audiencia por el sistema de
videoconferencia desde la Unidad Penal 8 de Federal.
La discusión se centró en cuánto debían unificarse dos duras condenas recibidas por el Tavi: la de 13 años de prisión que le impuso el TOF a fines de 2019 por las causas conocidas como Narcoavioneta y Narcomunicipio, como coautor del delito de organización de actividades de narcotráfico; y la de siete años y seis meses que le había sido aplicada por el Juzgado
Tavi Celis
purgará 15 años y medio de prisión por narco y por un asalto de Garantías de
Diamante por el violento asalto a la familia Tulián perpetrado el 2 de marzo de
2016, donde buscaban 12 millones de dólares de la venta de un campo, bajo la
sombra del vínculo de Celis con el productor agropecuario Leonardo Airaldi.
Demasiados agravantes
El fiscal
Candioti valoró, respecto de la causa del robo, la gravedad del hecho “por su
furtividad, por tratarse de un robo doblemente calificado (por el uso de armas
de fuego y por ser en despoblado y en banda) cometido en una estancia del
Departamento Diamante, por haber privado de la libertad a la víctima
maniatándola, como por el apoderamiento de bienes ajenos”.
Luego analizó las
causas por narcotráfico, y reiteró lo que dijo en diciembre de 2019 cuando
pidió condenar a Celis en el juicio: por un lado, la llegada de la avioneta con
más de 317 kilos de marihuana que el Tavi había ideado y coordinado la
logística, para expandir la droga en Paraná y zonas aledañas.
Se ocupó
personalmente de que el Flaco Silva y Sergio Baldi consiguieran las pistas de
aterrizaje, la búsqueda de campos y contactó a Luiggi Céparo. Por otro lado, la
banda desbaratada tras el allanamiento al domicilio de calle Don Segundo Sombra
y el hallazgo de más de tres kilos de cocaína “puso de relieve que Celis
acometió el mismo ya estando detenido en la Unidad Penal 1, desde donde
comandaba desde las sombras la Unidad Municipal 2”. Aseguró el fiscal que
“pergeñó, desde la cárcel, el regreso de su plan criminal reperfilando a tal
fin su acuerdo con el poder municipal; consiguió proveedores de la cocaína en
la Capital Federal, organizó sus recursos humanos y económicos para enfocarse
con éxito en la continuidad de la comercialización de estupefacientes”. En este
sentido, Candioti refirió que Celis es “una persona adulta, que tenía negocios
lícitos y una vida regular y normal, pese a lo cual persistió, con permanencia
en el tiempo, en actividades prohibidas”. Por lo cual pidió que le impongan en
total 18 años de cárcel.
“Buena conducta”
Para esta instancia, Celis cambió los defensores particulares que lo asistieron
en el juicio (Leopoldo Cappa y José Velázquez) y contrató a Augusto
Lafferriere, quien había defendido a su hermano, Titi Celis. El abogado dijo
que “no debe perderse de vista el fin de la pena privativa de la libertad, que
es la resocialización del condenado para su útil inserción social al medio
libre”, y aseguró que el Tavi “ha transitado su estadía carcelaria siempre con
buena conducta, laboralmente ocupado y cursando diversos estudios”.
Pidió que la pena
única sea de 13 años de prisión, ya que de este modo terminaría de cumplir la
condena el 19 de agosto de 2029. “Restan aún casi nueve años para su
vencimiento, tiempo este más que razonable para garantizar su resocialización”,
aseguró
Pocos atenuantes
El tribunal
evaluó que “para la época de la comisión de los hechos, el condenado transitaba
un rango etario catalogable como de mediana edad (entre 40 y 43 años),
explotaba negocios lícitos que le aseguraban una vida desahogada y sin
sobresaltos para sí y todos los suyos. Era un adulto y padre de una familia ya
numerosa compuesta nada menos que por nueve hijos”. Por esto, se entiende que
“se desenvolvía en un rol de responsabilidad familiar y en un entorno social
que debió tener en él incidencia decisiva en el apego a la ley que libremente
decidió infringir”.
La jueza Berros
no encontró más atenuantes que “el muy escaso nivel de instrucción del
encartado (concluyó sus estudios primarios en la unidad penal)” y “sus deseos
de superación y capacitación, revelados por los cursos concluidos y su
actividad laboral intramuros”. De este modo, en el fallo al que adhirieron
Lilia Carnero y Roberto López Arango, se impuso “la pena única y total de 15
años y seis meses de prisión”.
A partir de
ahora, Celis deja de depender del Juzgado de Ejecución de Penas de Paraná, a
cargo de Cecilia Bértora, y pasa a quedar a disposición del Juzgado de
Ejecución de Penas del Tribunal Oral Federal, que presiden sus vocales en forma
alternada.
“Como ser humano y padre, merezco una oportunidad”
En esta instancia
de unificación de penas, a Daniel Celis le dieron la última palabra. Dijo que
el fiscal debió tener en cuenta que la pena de siete años y seis meses que le
impuso la Justicia de Diamante fue en un juicio abreviado y que, ante el
Tribunal Oral Federal –que le aplicó 13 años– reconoció uno de los hechos que
se le achacaban.
“Deben tener en
cuenta que quiero superarme día a día, tengo hijos menores y como ser humano
debo tener la posibilidad de rehabilitarme”, solicitó, y refirió que a dos de
esos niños (hijos en común con su pareja Fernanda Orundes Ayala) “sólo los vi
dos veces en el último año”.
Asimismo, el Tavi se quejó de las dificultades para comunicarse porque en la unidad penal de Federal hay un solo teléfono de línea para 100 personas, que se puede usar tres veces por semana. “A mi criterio, es muy elevada la pena pedida por el fiscal, porque como ser humano y como padre de familia merezco una oportunidad”, concluyó.
Fuente: Uno Entre Ríos