Trabajadores golondrina temen perder el IFE y otros planes. La diputada Cresto pidió que el Estado mantenga los beneficios aunque trabajen en el sector porque peligra la cosecha de Entre Ríos en octubre.
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a diputada entrerriana Mayda Cresto (PJ) presentó un proyecto de resolución solicitando al Poder Ejecutivo que dé continuidad al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) a los trabajadores rurales temporarios de las economías regionales que realicen cosechas durante la pandemia del COVID 19.
“Creemos necesario garantizar el cobro del IFE para los trabajadores que tienen empleo registrado sólo algunos meses del año”, señaló la legisladora nacional.
La iniciativa propone que los trabajadores que se desempeñan en las cosechas estacionales de economías regionales como el arándano, frutilla, nuez pecán, azúcar, entre otras, tengan acceso al cobro del IFE aunque figuren inscriptos en la AFIP como empleados activos, ya que en los hechos, sólo trabajan algunos meses del año, según la estacionalidad de las cosechas.
Mayda Cresto busca una solución a la falta de mano de obra.
“Las personas que trabajan en la cosecha pueden hacerlo solamente algunos meses al año, y con ello quedan registrados ante los organismos oficiales bajo la figura de relación de dependencia, aunque no cuenten con ningún ingreso. Esta situación no les permite el acceso a cobrar el Ingreso Familiar de Emergencia otorgado por el gobierno nacional, y vital para ellos en este contexto”, explicó Cresto.
El arándano, por ejemplo, es un cultivo con altos requerimientos de mano de obra transitoria a lo largo de apenas dos meses. La modalidad de la cosecha es manual y se estima que se requieren 20 personas por hectárea, en etapas claves como la poda, la cosecha y el empaque, generando más de 20 mil puestos de trabajo en todo el país.
Alerta empresarial
La asociación que nuclea a los productores de arándanos, Apama, aseguró que peligran 12.000 puestos de trabajo en el rubro por la problemática que propone solucionar Cresto.
El período de trabajo más intenso es durante los meses de octubre a diciembre movilizando en el NEA de manera directa e indirecta a más de 12.000 personas.
El IFE, según advirtió Apapam, "ocasiona un impacto negativo en la posibilidad de registrar a nuestros trabajadores ya que al registrarse pierden este nuevo beneficio, reduciendo en gran medida la mano de obra disponible para nuestra actividad de cosecha".