La chancha corrió por la ciudad y sus dueños la violentaron. Una asociación que brega por los derechos de los animales denunció a sus propietarios.
U
na cerda embarazada se escapó dos veces de la casa donde la tienen encerrada en el barrio Maccarone de Paraná y luego fue acuchillada y arrastrada para llevarla nuevamente al encierro. La asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA), a través del abogado Fernando Di Benedetto y Juliana Darrigo, denunció penalmente el hecho por crueldad animal (Ley 14.346) y conexidad con otros delitos, por presencia de menores, instigación a cometer delitos y apología del delito.
La chancha tiene aproximadamente un año y medio y recorrió las calles de la ciudad agitada, buscando alejarse del cautiverio. Los ciudadanos la vieron corriendo y luego descansando en la calle. Cuando llegó la policía en moto, cortó el tránsito y esperó que lleguen sus "dueños".
Fueron ellos quienes la ataron con una soga y un palo con ánimos de llevarla nuevamente a la casa. Ella, sin embargo, se resistió con fuerzas. A pesar del estrés, el cansancio (incluso se quedaba dormida parada) y el embarazo, la obligadaron a caminar varias cuadras. "Ahora la vamos a tener que atar, no queda otra", dijo su dueño en eloncetv. Pero lo peor no fueron las cadenas.
En otro video atribuído a este caso, se visualiza al
animal gritando desesperado (ruidos que se asemejan a los llantos de un bebé),
con sangre en la cabeza y siendo arrastrada con una soga. Además, se escuchan
personas riéndose de la situación ante la presencia de niños.
"La calificación legal es acto de crueldad, no de maltrato. La diferencia es cuando hay perversidad en la ejecución. En el video se arenga e instiga a los niños a que se suban a la chancha, la monten, y la chancha está desvanecida. Está totalmente colapsada física y mentalmente. Ahí está la instigación a menores a cometer delitos, está la apología del delito porque hay una masa de personas haciendo una apología de ese delito de acción pública ejecutado con perversión", explicó Di benedetto a minutouno.com. La denuncia quedó a cargo de la fiscalía de unidad de atención primaria del ministerio público fiscal de Paraná.
Para salvar su vida, que viva en libertad y pueda criar a sus bebés, organizaciones animalistas iniciaron una campaña para comprarla. Hay un precedente que avala la propuesta. En una ocasión sucedió lo mismo con una yegua preñada y logró salvarse junto a su bebé.
Las imágenes que se vieron en televisión, antes que los
dueños la apuñalen no distan mucho de lo que sucede en los circos, cuando la
gente se entretiene y mira con romanticismo que un animal sufra, quiera
escapar y se lo obligue a caminar, incluso estando embarazada.
A contramano de esto, en los santuarios o en el
campo donde viven libremente, son los animales quienes toman
decisiones sobre su vida, sin ser obligados a caminar, a tener crías o quedarse
quietos, atados. La ley 14.346 de maltrato animal considera crueldad ocasionar
"sufrimientos innecesarios y tortura" en los animales.