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rasil, el principal socio del Mercosur, ya tiene 46 represas funcionando dentro de su territorio, emplazadas sobre el Paraná -donde nace el río que aguas abajo pasa a ser condómino con la Argentina y Paraguay- y también sobre varios de sus principales afluentes. Su dominió de gran parte del río quedó expuesta a raíz de la histórica bajante.
Existen más de 57 represas en la cuenca, considerando sólo aquellas con altura superior a 10 metros, que transformaron el Río Paraná y sus principales afluentes en una sucesión de lagos. Las usinas de mayor capacidad instalada son ITAIPU, Furnas y Porto Primavera.
La Cuenca del Paraná, que abastece el embalse de ITAIPU, abarca seis Estados brasileños y el Distrito Federal. Su región, de 820.000 kilómetros cuadrados, es la más industrializada y urbanizada de Brasil.
El Río Paraná es el principal curso de agua de la cuenca. Sus principales afluentes son los ríos Grande, Paranaíba, Tietê, Paranapanema e Iguaçu. El crecimiento de grandes centros urbanos, como São Paulo, Curitiba y Campinas, en ríos de cabecera, genera una gran presión sobre los recursos hídricos.
En los días, ante la baja histórica del río, varios especialistas y autoridades argentinas apuntan al cierre de las represas de Brasil como responsables del agravamiento de la situación.
Algunas versiones atribuyeron la falta de agua del río Iguazú al accionar de las seis represas brasileñas que funcionan aguas arriba: Foz de Areia, Salto Segredo, Salto Santiago, Salto Osorio y Salto Caxias y Baixo Iguazú.
A raíz de esta situación, representantes de Misiones en el Parlasur presentaron este miércoles un proyecto en el que solicitan al gobierno de Brasil que tome medidas para reabrir las compuertas de las represas o centrales hidroeléctricas instaladas sobre cuencas afluentes de los ríos Paraná, Iguazú y Uruguay, que muestran una bajante histórica y generan problemas para la provisión de agua potable a varias localidades del litoral argentino.
El proyecto presentado por las legisladoras Cecilia Britto y Julia Argentina Perié, recomienda al Consejo del Mercosur "instar a la República Federativa de Brasil a que arbitre los mecanismos legales pertinentes para la reapertura de compuertas", y de esta forma, "regular el caudal de agua, salvaguardando el derecho fundamental del acceso al agua".
Además, las legisladoras precisaron que articulaban acciones con la Cancillería por este problema que no solo afecta a la población misionera sino a varias provincias del NEA, ya que "existe la necesidad de encarar con urgencia y dedicación una verdadera política de estado para garantizar el derecho humano de acceso al agua potable".