Está en su nivel más bajo en 30 años en la capital entrerriana. Legisladores argentinos piden que Cancillería exija respuestas a las autoridades vecinas por presunto cierre de represas. La bajante ocupa también a los medios brasileños.
E
n las últimas semanas la altura del Río Paraná descendió a niveles históricos. Frente a la ciudad de Paraná, este jueves el agua registraba una altura de 0,79 metros, con lo que se convirtió en la tercera bajante histórica, al superar los 0,86 metros que alcanzó en 1989, hace 30 años.
Según informó el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) la histórica bajante del río se debe al déficit de lluvias que tuvo su epicentro sobre el sur de Brasil, Paraguay y el noreste argentino sobre fines de febrero y marzo, y ha tenido un singular efecto sobre el cauce de los ríos Paraná, Paraguay, Uruguay e Iguazú.
A raíz de este panorama desolador, la diputada nacional por Entre Ríos, Blanca Osuna, pidió al ministro del Exterior, Felipe Solá, que intervenga con una mediación con Brasil a favor de la atenuación de la crisis y la regulación del flujo de agua de las represas de la misma cuenca, ubicadas en el vecino país.
“Ese accionar ayudaría a morigerar la ausencia de agua por escasez de lluvia en la región norte de nuestra cuenca fluvial”, finalizó.
La bajante en los medios
En el país vecino, especialmente en el estado de Paraná, la bajante del río (la estiagem) y la sequía por falta de chuva es también histórica y preocupa desde a productores agropecuarios que enfrentan posibles pérdidas millonarias hasta a vecinos de numerosas ciudades que se quedan sin agua.
Sin embargo, el problema hasta ahora no mereció declaraciones de altas autoridades estatales nacionales ni distritales. Aquí un repaso del tratamiento de la bajante en medios de comunicación de Brasil.
Poca energía en la represa
El diario Globo publicó que la sequía "transformó el paisaje del río Paraná, que es el principal responsable de la energía generada por Itaipu Binacional, en Foz de Iguazú", en el oeste del estado brasileño de Paraná.
La represa del Brasil y Paraguay informó que "el volumen de agua por
encima de la presa hidroeléctrica está 42% por debajo de lo normal y la
generación de energía disminuyó de 12 mil megavatios a 5,7 mil megavatios".
Según la planta, a pesar de la reducción en la energía, “ha sido posible satisfacer la demanda debido a las medidas adoptadas para combatir el nuevo coronavirus, que cerró las industrias, el comercio y las escuelas”.
Según Itaipú, para que aumente el flujo del río Paraná en las represas hidroeléctricas es necesario que ocurran lluvias en el oeste de Paraná y en el sur de Mato Grosso do Sul.
Menos consumo por cuarentena
El portal Gdia aportó, en tanto, que la producción de energía disminuyó fue debido a "la baja demanda, ya que las personas permanecen en sus hogares y la mayoría de las industrias cerraron sus puertas durante la pandemia de coronavirus".
El medio brasileño añade que Itaipú "tenía una carga de 8.309 megawhatts por hora (MWH), 1.673 para Paraguay y 6.624 para Brasil. La carga diaria normal de la planta para servir a ambos países oscila entre 10 y 12 mil megavatios".
Mayor sequía en más de 20 años
Folha de Palotina, por su parte, agregó información oficial. Es que el Sistema de Monitoreo y Tecnología Ambiental de Paraná (Simepar) reveló que el estado "está experimentando la peor sequía desde que comenzó a monitorear las condiciones climáticas en 1997".
"Las bajas precipitaciones han durado diez meses y hubo una reducción promedio de las precipitaciones del 33% en todo el estado paranaense".
"El verano estuvo marcado por lluvias mucho más bajas de lo esperado, lo que llevó a un escenario de intensificación de la sequía en casi todo Paraná", explicó el coordinador de operaciones de Simepar, Antonio Jusevicius.
En Brasil la bajante también revela sorpresas en el río.
Según el funcionario, los pronósticos tampoco son alentadores. El informe de
Simepar muestra que el volumen de lluvia en Paraná estará por debajo del
promedio normal en el período que varía de tres a seis meses.
El Sistema de Monitoreo advierte que la sequía "refuerza la necesidad del consumo consciente de agua en todo Paraná".
La economía sin lluvias
La falta de lluvias no solo afectó al estado paranaense, sino también a su vecino Río Grande do Sul, limitante con las provincias argentinas Corrientes y Misiones. La agencia Reuters Brasil, en un informe económico, concluye que la sequía que ocurrió en Río Grande do Sul este año fue tan severa que presionó las estimaciones nacionales para la producción de soja, un grano cultivado en el estado durante el verano.
La Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) informó que fue "un fracaso" la cosecha en Rio Grande do Sul, que registró el peor rendimiento en las últimas ocho temporadas.
Productores piden auxilio
Sobre el mismo tema publicó el Canal Rural brasileño, con una nota sobre el Consejo Monetario Nacional (CNM), que "debería definir una
resolución para los productores de Rio Grande do Sul que sufren la sequía en la
temporada 2019/2020.
Federaciones de productores esperan un plan del Ministerio de Economía y Agricultura para renegociar las deudas de los productores rurales que sufrieron la sequía en el estado.