En las redes se hizo viral el audio de Fátima Acevedo donde le contaba a su amiga el cansancio de denunciar y que no haya consecuencias para su expareja. "Estoy podrida de denunciarlo y que la policía no haga nada", decía.
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átima Acevedo, que fue encontrada sin vida este domingo luego de una incesante búsqueda en Paraná, había denunciado en la Justicia graves hechos de violencia de género. A pesar de las medidas de protección que intentó tomar, la joven entrerriana fue atacada por su expareja, Jorge Martínez, de 35 años.
Un audio que la víctima le envió a una amiga fue difundido y se viralizó en las redes: "Estoy podrida de denunciarlo y que la policía no haga nada", dice Fátima en la grabación.
Y continúa: "Ya no se que hacer. no veo la hora de que ese hijo de puta caiga preso y que pague todo lo que está haciendo, pero bueno, como tiene gente en la policía, como el juez es amigo de él y de toda su familia, nunca va a pasar nada".
Según las denuncias de la joven, el 31 de enero Martínez intentó arrojarle ácido en la cara y la amenazó con una cuchilla. Fue ahí donde la Justicia decidió fijar una medida de restricción de acercamiento, que Martínez desoyó.
Fátima se había ido a vivir a la Casa de la Mujer, un hospedaje que pertenece a la Municipalidad de Paraná. El 11 de febrero, Fátima denunció ante el Poder Judicial que su esposo merodeaba este establecimiento.
Este domingo, en el Día Internacional de la Mujer, encontraron su cuerpo en el interior de un aljibe. Luego de que se conozca la noticia, una multitud marchó en Paraná para exigir justicia por un nuevo femicidio.
Tras el femicidio de Fátima, vuelve a cobrar relevancia el testimonio que da cuenta de otra denuncia por maltrato que hizo una mujer hacia su expareja, Jorge Nicolás Martínez, el cual está detenido.
Irene Molinare, mamá de una ex pareja del acusado del femicidio, narró el maltrato que sufrió su hija por parte de este hombre, con la cual tiene una hija de 12 años.
"Nosotros sufrimos mucho hostigamiento por parte de Martínez, dormía en la calle frente a nuestra casa para controlarnos. Acosaba a mi hija, le pegaba, una vecina la salvó, porque estaba arriba de ella y la tenía del cuello. En ese momento tomé la decisión de mandarla al sur con una tía, pero Nicolás la convenció y la trajo de nuevo", contó, según publicó El Once.