El gobierno de Entre Ríos debe cancelar el 8 de febrero el sexto vencimiento de intereses de la deuda en dólares tomada en 2017, por unos U$S 22 millones. Cómo se ahorraron casi $200 millones al Tesoro provincial.
M
ientras el presidente Alberto Fernández recorre Europa en
busca de apoyo político para refinanciar la deuda externa nacional, y el
gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof anuncia una reestructuración del
endeudamiento bonaerense en dólares, Entre Ríos tiene una situación diferente.
El 8 de febrero vencerá el sexto pago de renta de la deuda por 500 millones de dólares que tomó el Estado provincial durante 2017 para equilibrar las cuentas públicas y rescatar los títulos emitidos en pesos en años anteriores. Entre Ríos deberá poner sobre la mesa u$s 21.875.000 para cancelar este servicio, el primero del año. El próximo vencerá en agosto. En rigor, como la fecha preestablecida cae en sábado, el giro de las divisas a los acreedores se concretará el lunes 10, según consignó Valor Local.
La suma mencionada servirá para atender los intereses
sobre el capital adeudado. La Provincia emitió su título en
dólares en dos etapas: la primera fue en febrero de 2017 por un monto de 350
millones y la segunda en noviembre, por 150 millones. El éxito de esta segunda
tanda llevó a que los inversores pagaran 7,5 dólares sobre la par. Esto es: por
una lámina de valor nominal de cien dólares, pagaron u$s 107,5. Los intereses,
sin embargo, se calculan sobre cien.
La tasa pactada en esas condiciones de mercado fue de 8,75% anual, pagaderas semestralmente el 8 de febrero y el 8 de agosto de cada año. Cada cuota es de u$s 21.875.000 y el servicio anual de intereses de esta emisión se ubica en u$s 43.750.000.
Las cancelaciones de intereses del título, identificado en
el marcado bursátil como ERF25, comenzaron en agosto de 2017. Considerando la
cuota de este mes, Entre Ríos habrá pagado u$s 131.250.000 sólo en concepto de
intereses. En tanto, el capital de la deuda deberá ser amortizado en tres
cuotas anuales a partir de 2023 según el siguiente esquema:
- 8 de febrero de 2023: 33,33% del capital (unos 166 millones de dólares)
- 8 de febrero de 2024: 33,33% del capital (unos 166 millones de dólares)
- 8 de febrero de 2025: el saldo del capital (unos 168 millones de dólares)
Los dólares que ingresaron por esta
operación no quedaron sólo en el Gobierno provincial, sino que varios
municipios tuvieron la oportunidad de acceder y financiar obras de capital con
estos recursos. Un 16% del total estuvo disponible para gobiernos locales,
según la ley aprobada por la Legislatura que autorizó el endeudamiento en
divisas.
Anticipación
El Gobierno provincial aprovechó el “veranito cambiario” que Mauricio Macri impuso en la Argentina para lograr su reelección, utilizando los dólares del préstamo del Fondo Monetario para “pisar” la cotización del billete norteamericano hasta las primarias de agosto del año pasado.
Por esos días, además de adquirir las divisas para el
vencimiento de agosto de ese año, el Gobierno de Gustavo Bordet compró el 25 de
julio u$s 10 millones más para completar la cuota que vencerá en unos días (los
11,8 millones restantes se tomaron del saldo del crédito que no fue usado por
los municipios). Con esta decisión, la cartera de Economía que conduce Hugo
Ballay produjo un ahorro al Tesoro provincial.
El cálculo es sencillo: los 10 millones de dólares fueron
comprados a un tipo de cambio de $43,24 por lo que se necesitaron $432.400.000 para adquirirlos. Si la operación se hubiera hecho luego de las
primarias de agosto (cuando el Central dejó avanzar el dólar sin intervenir,
abandonando incluso las bandas que se había autoimpuesto) o en estos días,
habría pagado cerca de 60 pesos cada dólar.
Al tipo de cambio actual ($63 – Banco Nación), los u$s10 millones habrían valido $630.000.000, por lo que la maniobra de Economía permitió un ahorro aproximado de $197.600.000. El monto equivale casi a la recaudación mensual del impuesto automotor.
Pero el fin del “veranito” cambiario llegó antes que el del
Gobierno de Cambiemos. El Banco Central, ante la escasez de divisas, cerró la
venta de dólares, imponiendo un “cepo” mucho más duro que el que levantó con
bombos y platillos en 2015 a pocos días de asumir.
En el Gobierno provincial confirmaron que desde
la imposición de restricciones cambiarias no se ha vuelto al mercado para
adquirir dólares.