“A su vez, los municipios, sea que perciban las acreencias desde los Estados provinciales o directamente desde el Estado nacional, distribuirán las referidas acreencias entre las empresas de sus jurisdicciones, y en todos los casos deberán realizarse las transferencias correspondientes durante el período mensual en el cual han recibido el depósito de los fondos referidos en las respectivas Cuentas Especiales”, agrega.
El 14 de enero, tras el encuentro que mantuvo con sus pares provinciales en el Palacio de Hacienda, Meoni sostuvo en relación con la equiparación del interior con AMBA, que “es clave no gobernar de manera centralizada y atender las distintas regiones, teniendo en cuenta las cuestiones comunes”.
Ámbito Financiero recordó que, en 2018, en plena negociación con el FMI, Mauricio Macri podó los subsidios al transporte (unos $45.000 millones) y luego, en el Presupuesto 2019, agregó una partida de compensación a las provincias por $6.500 millones totales, que se desdoblaban: $5.000 millones de Fondo Compensador y $1.500 millones adicionales para los distritos que implementaban SUBE.
A este monto, el Gobierno nacional agregará ahora un extra de $14.700 por chofer y $20 por litro de combustible utilizado, de acuerdo a registros de 2018. Un responsable de Transporte de un distrito patagónico manifestó a este medio: “Nación indicó que con esos ítems el monto final podría ascender a $15.000 millones”.
Las provincias que quieran acceder a su porción deberán comprometerse a no aumentar el boleto urbano e interurbano por cuatro meses y mantener los subsidios que destinan actualmente al transporte: un 50% de lo que Nación les enviaba en 2018, tal como se había acordado el año pasado con la administración de Cambiemos.