El Balance Cambiario del Banco Central da cuenta que las polìticas del macrismo beneficiaron a la especulación financiera y el atesoramiento en dólares.
E
n diciembre pasado y por primera vez en los últimos tres años el atesoramiento de dólares fue negativo. Según los datos del Balance Cambiario del BCRA correspondiente al mes pasado la “formación de activos externos del sector privado no financiero” fue negativa en u$s153 millones. Lo que se conoce en la jerga financiera como la “fuga de capitales” o más coloquialmente como el “atesoramiento” de dólares por parte del público, es decir, las divisas que compran las personas físicas y que salen del sistema financiero, totalizó en 2019 los u$s26.865 millones, apenas 1% por debajo del récord histórico de 2018. De modo que en la era Macri (diciembre 2015-noviembre 2019) el atesoramiento sumó nada menos que u$s88.371 millones.
Esto representa hoy a casi el doble de las reservas del BCRA. Si bien existe un estigma político sobre el tema del atesoramiento, vale señalar que se trata de ahorro legal que los argentinos de todos los estratos sociales canalizan, según sus posibilidades, en la tenencia de moneda extranjera. Estos fondos pueden tener como destino tanto una caja de seguridad, un colchón, o una maceta como una cuenta en el exterior. De modo que se trata de ahorro doméstico que está fuera del sistema. Basta con imaginar todo lo que se podría hacer o financiar (proyectos, emprendimientos, obras de infraestructura, etc.) con semejante masa de recursos si se recuperara la confianza de los ahorristas argentinos. No se necesitaría ir a “manguear” al exterior ni a mendigar auxilios a organismos internacionales.
Pero lamentablemente las sucesivas crisis económicas y financieras criollas retroalimentaron la falta de credibilidad no solo en la moneda local sino en las instituciones. Por eso es clave recrear la confianza de los argentinos más allá de los efectos anestésicos de los cepos y las restricciones. Al respecto vale destacar que en diciembre luego de 33 meses los argentinos desinvirtieron en el exterior. El atesoramiento fue negativo precisamente porque reingresaron al sistema u$s351 millones desde el exterior. Este flujo fue compensado con la compra de billetes para “atesorar” por u$s197 millones (pese al cepo más agresivo). De ahora en más habrá que ver cómo influye el impuesto del 30% con un dólar oficial estable. Por lo pronto parece que el actual cepo colabora en desalentar el atesoramiento. Pero aún no está dicha la última palabra de los ahorristas y tenedores de pesos. En el pasado los subestimaron. Quizás, el dólar blue será el termómetro de lo que viene por delante, publicó Ámbito.