E

l aumento salarial decretado por el gobierno nacional de 4.000 pesos, en principio para los trabajadores del sector privado, y que en una segunda etapa alcanzará a empleados estatales nacionales, generó diferentes reacciones en el arco empresario de la provincia de Entre Ríos.

El incremento será remunerativo y a cuenta de futuros aumentos en la paritaria 2020 y se pagará en dos tramos: 3.000 pesos en enero y 1.000 pesos en febrero.

El aumento salarial es parte de las facultades especiales que el gobierno nacional obtuvo con la sanción de la ley de emergencia económica, y marcará el piso de las negociaciones salariales de este año. 

El presidente de la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER) Leandro Garciandía, dijo que la decisión “implica mayores costos", aceptó que "por un lado está bien que se pueda recuperar un poco la inflación o la pérdida de poder adquisitivo", pero entendió que "desde el punto de vista financiero a las empresas les pega mucho”.

Sostuvo que cada empresa debe estudiar la forma en que se afrontará este aumento, ya que las condiciones presupuestarias de las diferentes firmas en este contexto son disímiles. “Vamos a ver cómo se termina de implementar y qué flexibilidad hay en esto también. Realmente nadie tenía una previsión financiera de poder afrontar estos gastos, que se agregan en un período de baja actividad", advirtió.

Según el titular de la UIER, los empresarios afrontan “mayores impuestos y ahora mayores salarios; es todo incremento de gastos”.

El dirigente cuestionó que no se haya acudido a la negociación paritaria para recomponer el salario de los trabajadores. "Se podía atender la realidad de cada sector, de cada empresa. Que venga así por decreto una suma fija, no hay prácticamente posibilidades de negociar nada”, insistió.

"Difícil”

Para el sector comercial “será difícil abonar” la suba decretada por Alberto Fernández. El presidente de la Bolsa de Comercio de Entre Ríos, Alcides Balla pidió que se tengan en cuenta la situación de las pymes.

“Desde el punto de vista de necesidad del asalariado, es procedente, pero desde la capacidad de pago entre las pymes realmente es muy difícil de asumir", resumió.

"Todavía no se ve una reactivación económica y las medidas que ha tomado este nuevo gobierno no se reflejan en un incremento de ventas. Va a ser difícil abonarlo”, consideró en declaraciones a UNO.

El comerciante afirmó que la alternativa más lógica para pagarlo “es buscar financiamiento, donde si bien las tasas están tendiendo a la baja, en su mayoría son valores que son muy altos para poder financiarse, pero esta es la opción".