Implicaría un tipo de cambio de casi $82 para compra de pasajes y uso de la tarjeta en el exterior. La medida busca cuidar las reservas, reduciendo la demanda de la divisa.
L
a decisión de aplicar un “dólar turista” ya fue tomada y
oficializada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Pero aún no
se informó a cuánto llegaría la alícuota diferencial. La decisión del gobierno sería llevarla
al 30%, es decir bastante más arriba que valor que había trascendido en las
últimas horas. La confirmación se conocerá en las próximas horas, ya
que su puesta en vigencia sería inminente, posiblemente mañana mismo ni bien
arranque la semana.
En caso de confirmarse este precio especial, el
“dólar turista” pasaría a valer aproximadamente $81,90 contra los $ 63 del
viernes. Este valor encarecerá de manera sustancial la compra de pasajes al
exterior y también el uso de la tarjeta fuera de la Argentina. No
habrá límites para ninguna de las dos operaciones, pero obviamente será mucho
más caro que ahora, tanto al momento de recepción del resumen como de la compra
de los pasajes a la agencia, en este caso tanto en efectivo como con tarjeta.
La medida tendría dos objetivos simultáneos. El más
relevante es desalentar la salida de dólares por turismo. Aún después de las
grandes devaluaciones que se vienen sucediendo desde hace un año y medio, la
balanza turística conserva un rojo aproximado de 5.000 millones anuales. Es
decir que más de un tercio de los dólares que ingresan a la Argentina por
superávit comercial se van en viajes. El objetivo sería bajar drásticamente ese
drenaje en un momento en el que las divisas escasean, consignó Infobae.
Pero al mismo tiempo también representaría una nueva fuente del ingreso para el fisco. Según explicaron desde Casa Rosada, la idea es que no se trata de un cargo, o sea un pago a cuenta de otro tributo, sino de un gravamen específico sobre este tipo de transacciones. Si se impone finalmente esta postura, requeriría de una aprobación legislativa, con lo cual no podría aplicarse inmediatamente. En caso de ser un adelanto de otro impuesto sí podría ser de imposición inmediata.
Antecedentes
Según recordó Infobae, el “dólar turista” estuvo vigente desde 2012 hasta el
2015, en coincidencia con el cepo cambiario del segundo gobierno de Cristina
Kirchner. Se buscó cortar en aquel momento una fuerte maniobra
especulativa, que consistía en comprar pasajes y realizar gastos con tarjeta en
el exterior con un dólar muy barato. Como el dólar en el mercado “libre”
cotizaba entre 50% y hasta 80% más caro, era un gran negocio usar la tarjeta en
el exterior. El recargo que llegó al 35% buscó frenar con éxito sólo parcial
esa operación.
Ahora el escenario es más complejo por la escasez de reservas del Banco Central, por lo que se buscaría minimizar el drenaje de las mismas por parte de quienes hacen turismo en el exterior. Según publicó la consultora Quantum Finanzas, de Daniel Marx, sólo quedarían USD 8.500 millones de reservas disponibles en el Banco Central. La cifra es mucho menor a los USD 12.000 millones que indicaban desde el gobierno anterior.
¿Cuál es el principal peligro de la creación del “dólar turismo”? Que aumente la demanda de divisas en el mercado informal de parte de aquellos que viajan al exterior, lo que lo encarecería significativamente. En las próximas semanas sería mucho más negocio comprar dólares para viajar a través del mercado informal (ya que el oficial sólo permite USD 200 por mes) que usar la tarjeta y luego pagar en pesos a más de 80 pesos. El dólar “libre” cotizaba el viernes en $67, una caída sustancial respecto a los $75 a los que llegó antes de las elecciones.
Lo más probable es que este aumento de la demanda lleve al dólar “libre” a emparejarse con el correr de las semanas al tipo de cambio “turista”. En principio, esta mayor presión sobre el tipo de cambio que se opera en el mercado libre no generaría mayor presión sobre la inflación, al menos no de manera inmediata. La experiencia anterior del cepo demostró que el traspaso es mucho menor que cuando se produce un salto del dólar oficial.