El intendente firmó un decreto por el cual dio marcha atrás con partidas ya libradas. Así, se suspendió todo tipo de asistencia económica a instituciones para poder hacer frente al pago de haberes de noviembre.
E
n el marco de la Emergencia Administrativa, Económica y Financiera que dispuso la polémica ordenanza aprobada en el Concejo Deliberante de Paraná el 10 de octubre, el intendente, Sergio Varisco, dispuso dar marcha atrás con los expedientes administrativos en los cuales se tramitan subsidios a instituciones privadas que se encontraran pendientes de pago.
En pocas palabras, la decisión es “desimputar partidas ya libradas” para disponer de crédito presupuestario para poder hacer frente al pago de los haberes de noviembre.
En los considerando del decreto emitido el 12, la administración varisquista no abandona la argumentación esgrimida frente a la crisis de la Municipalidad capitalina. Así, se señala que debido a “la crisis económica financiera nacional que, indefectiblemente, repercute sobre el estado municipal, deviene imperioso obrar en consecuencia, en uso de las facultades propias otorgadas al titular del Departamento Ejecutivo mediante la Ley de Municipios N° 10.027 y su modificatoria N° 10.082 (...)”.
En ese sentido, según consignó Uno, el segundo artículo señala: “Dispónese la anulación, por la Contaduría General, de todos los expedientes administrativos en los que tramite el otorgamiento de subsidios a instituciones privadas, según lo dispuesto en el artículo 1 (pendientes de pago) y también las que posean saldos a pagar”.
Asimismo, en el tercer artículo se dispone la desafectación presupuestaria, por parte de la Dirección de Presupuesto y Planeamiento, de “todas aquellas partidas afectadas a la atención de subsidios o asistencia financiera a instituciones privadas”.
El objetivo político de la administración municipal es terminar pagando los sueldos en término, del modo que sea, para luego poder argumentar que le son ajenas las complicaciones que pudieran sobrevenir en el pago de haber; pese a que se sabe que desde junio –tal como lo señalaron organismos del municipio y el Tribunal de Cuentas de Entre Ríos– las finanzas municipales están en rojo y que cuando concluya el presente mandato no existirá saldo para pagar sueldos de diciembre ni el medio aguinaldo.