Por primera vez desde la vuelta de la democracia, el candidato a presidente que ganó en Entre Ríos no lo hizo a nivel nacional. Se terminó con el paralelismo con el estado norteamericano que trazaban analistas. ¿Por qué?
E
se domingo, con el triunfo de Mauricio Macri en Entre Ríos y la derrota a nivel nacional a manos de Alberto Fernández, se terminó con un viejo paralelismo que trazaban los politólogos: de que la provincia es la Ohio de Argentina.
La comparación se debía a que hay una ley no escrita en la política de los Estados Unidos, que dice que para ser presidente hay que ganar en el estado de Ohio. Allí, en las últimas 14 elecciones presidenciales coincidió el candidato que se impuso en Ohio con el que ganó a nivel nacional.
En la Argentina vino sucediendo algo similar con Entre Ríos. Desde el retorno a la democracia, en 1983, es la única provincia argentina en la que la coincidencia es total: el candidato a presidente que gana en Entre Ríos gana a nivel nacional.
En las PASO del 11 de agosto, se impusó Fernández en la provincia y se esperaba que, si se cumplía la "profecía" de la politología local, también repitiera en las generales.
Sin embargo, esta vez el axioma no se dio de tal manera ya que Macri ganó en la provincia pero perdió la presidencia. En Entre Ríos obtuvo el 44,49% de los votos, mientras que Alberto Fernández sacó el 44,32%. A nivel nacional, el resultado fue a la inversa: 48,10% a 40,38%.