Cristian Silva declaró este martes y explicó cómo aportó la agrupación de Celis a las campañas de Varisco y Macri en 2015. Dijo que colaboraban con comida y combustible y hasta llevando gente a votar. Sin embargo, negó comercio de drogas.
C
ristian Javier Silva lanzó una bomba en el juicio por
narcotráfico que tiene al intendente Sergio Varisco sentado en el banquillo de
los acusados: dijo que Daniel Andrés Celis, el jefe de la organización
narcocriminal, puso la estructura de su agrupación Movimiento Vecinalista del
Oeste al servicio de Mauricio Macri para el ballotage de 2015.
Este martes, antes de Silva, se tomaron las testimoniales de los policías David Alberto Ceballos, Darío Alejandro Montaña y Yamila Pedrotti. Sus declaraciones no fueron más significativas que las que ya se registraron en el juicio referidas a cómo la fuerza federal realizó la investigación que desembocó en las causas.
Silva, alias Flaco, es un hombre de extrema confianza de Tavi Celis, al punto de haber tenido a su cargo la administración de los bienes y el manejo de operaciones financieras y cambiarias para obtener liquidez monetaria para la organización.
Este martes dio una declaración que sorprendió a más de uno,
con detalles sobre las actividades que desarrolló el Movimiento Vecinalista del
Oeste, el espacio político que conformó Celis en el barrio Antártida Argentina,
durante la campaña electoral de 2015, primero a favor del Varisco y luego para
Mauricio Macri.
Silva aseguró que varios candidatos se disputaron el apoyo del movimiento vecinalista en la campaña de 2015, pero que finalmente Celis optó por trabajar para la candidatura de Sergio Varisco.
El hombre de confianza del presunto jefe narco contó que “se trabajó mucho en esa campaña” y dio detalles: “se organizaban reuniones para conseguir gente que ayudara a sumar votos y se hacían aportes de todo tipo. Celis tenía verdulería y carnicería y se aportaba desde ahí a la gente que iba a pedir”.
También enumeró que “se hacían aportes de pintura, afiches, combustible y mucha
gente ponía su vehículo a disposición”. Así funcionó “durante un año o año y
medio”, aseguró.
“La campaña se hizo primero para Varisco; pero después también para el ballotage. Se acompañó a Mauricio Macri cuando vino a Paraná”, afirmó Silva.
Según el relato del lugarteniente de Celis, en algunas actividades participaba Sergio Varisco, entonces candidato a intendente, pero también destacó la presencia de Josefina Etienot, Emanuel Gainza (“estaba cerca del Movimiento Vecinalista del Oeste”, dijo) y Pablo Hernández en actos organizados por la agrupación creada por Celis.
Celis también colaboró el día de la elección que terminó
consagrando a Macri como Presidente, según los dichos de Silva: “Se utilizaron
autos para llevar gente a votar; no tengo el número exacto pero el día de la
elección se pusieron arriba de cincuenta vehículos”, aseguró el lugarteniente
de Celis.
"El MVO existía antes de la campaña pero no se cuanto tiempo antes porque yo ingresé para esa del 2015. En un primer momento trabajamos para Varisco y luego para el balotaje presidencial. Yo no tengo conocimiento si el MVO pariticpó de la campaña de otro partido", dijo Silva ante los jueces.
Negocio con Bordeira
Más allá del bombazo político, Silva rechazó las vinculaciones con el narcotráfico y se presentó como un empresario poli-rubro, siempre a la pesca de cualquier posibilidad de hacer negocios. Dijo, por ejemplo, que en una ocasión vio la posibilidad de hacer un negocio comprando el remanente de “zapatos, vestimenta, artículos de bazar y regalería” a un comerciante de la zona sur de la ciudad que liquidaba su stock agobiado por un problema de salud.
En esa aventura lo acompañó Hernán Rivero, jefe de la Unidad Municipal 2 y, casualmente, colaborador de Celis. “Acomodé todo y después hice un negocio con (la ex funcionaria y policía provincial) Griselda Bordeira, pero ella no lo pudo hacer funcionar y me lo devolvió”, explicó ante el Tribunal Oral Federal.
El negocio consistía en la venta de artículos varios en
ferias y por redes sociales. Silva dijo haber pagado 400.000 pesos,
entregándole un automóvil Chevrolet Aveo y doce cheques de 20.000 pesos; y
luego se lo vendió a Bordeira en 800.000 pesos que la policía provincial le
pagaría en ocho cuotas iguales y consecutivas, pero aparentemente se frustró.
El karting, las motos y la avioneta
Silva en las escuchas telefónicas aparece como encargado realizar las cobranzas por las ventas de marihuana a pequeñas organizaciones a las que proveía Celis y también de adquirir bidones y combustible de alto octanaje para abastecer a la avioneta que trasladaría la droga. Silva lo niega, dice que siempre le gustaron los autos y motos de competición y que la nafta era para mejorar el rendimiento de un karting.
Sin embargo, las escuchas son reveladoras:
–Escuchá, no se consigue nada de eso, boludo… –le plantea Silva a Celis.
–¿Por?
–Porque después de que se cerró la importación no viene más el producto ese y no va a llegar nunca a 130 octanos.
–¿Por qué? –insiste Celis.
–Porque no, porque es un elevador chico nomás. Me dijo que ese te ayuda, pero no es lo que vos necesitas.
Silva era piloto de karting pero el que necesitaba un combustible de alto octanaje era Celis. ¿Para qué? Silva dice que no lo sabe. “Celis tendrá que contestar para qué lo quería”, respondió a una pregunta del fiscal José Ignacio Candioti. Los investigadores creen que en realidad Silva trataba de conseguir el combustible para abastecer a la avioneta que traería la marihuana.
(Fuente: Página Judicial)