El juicio Narcoavioneta y Narcomunicipio reanudó este lunes con el testimonio del ex agente que desgrababa escuchas telefónicas de la investigación. Afirmó que Griselda Bordeira mediaba entre Varisco y Celis y detalló logística del clan.
E
l ex oficial de la Policía Federal (PFA) Carlos Alberto Frías declaró en la causa por narcotráfico detallando el funcionamiento de la banda del sindicado capo narco Daniel “Tavi” Celis. La información la dio en base a escuchas telefónicas recogidas durante la investigación y que él se encargaba de desgrabar.
Frías realizó además tareas de campo durante la
investigación: fue el que, oculto en el monte, dio el aviso a las partidas de
la PFA que había aterrizado el avión donde se trasladaban más de 300 kg de
marihuana.
En base a los elementos que recogió en las escuchas, Frías
fue hilvanando la red de relaciones en las que se sustentaba el “Clan Celis” y
cómo estas ramificaciones se extendían hasta el gobierno municipal de
Cambiemos, llegando incluso hasta el propio intendente Sergio Varisco.
Ante el Tribunal, la Fiscalía reprodujo una selección de
audios tomados de los diez cuerpos de escuchas obrantes en la causa. En todos
los casos, Frías reconoció quiénes eran los participantes. De la información
que se iba volcando, surgió que Silva había tramitado la compra de 100 bidones
de combustible, algo que había negado en su declaración indagatoria de la
semana pasada.
El policía aseguró ante el Tribunal que recibió amenazas en el marco de las causas, lo cual lo forzó a alejarse de la fuerza federal. Sin embargo, no quiso abundar en el tema.
Celis-Bordeira-Varisco
Dentro de sus aportes, hechos de un modo fragmentario, Frías
apuntó que de las conversaciones interceptadas entre la funcionaria municipal
Griselda Bordeira y “Tavi” Celis quedó de manifiesto que eran muy allegados, no
sólo por el trato que se dispensaban sino porque hablaban de reuniones y de las
tratativas para que el sindicado capo narco pueda hacer pie en el gremio
municipal (Suoyem) y de allí saltar a la política.
Asimismo, detalló que entre Bordeira y el intendente Varisco
había una relación estrecha. Comentó que, tras los primeros movimientos de la
causa, algunos medios hablaban de la relación del mandatario local con “Tavi” y
que la ciudad había amanecido empapelada con panfletos de la foto de Varisco
con Celis. Fue entonces que Bordeira llamó al jefe comunal y le informó que a
través de una “brigada” habían limpiado la ciudad.
Según entendió Frías, la funcionaria era el nexo entre
Varisco y Celis, dado que no existieron llamadas registradas entre el jefe
narco del oeste paranaense y el intendente radical.
Pese a esta última información, relató que en una escucha se
oyó a “Tavi” Celis decirle a su hermano Miguel Ángel (alias "Titi")
que iba camino a su casa y que llevaba al “jefe”.
“No supimos quién era (el jefe). Supusimos que era Varisco”,
acotó Frías.
Apostillas
En orden a cómo se desarrollaba el tráfico y su seguimiento,
el policía dejó algunas precisiones:
- “Tavi” Celis usaba para referirse al precio del producto
un sistema de reducción que convertía 30 mil pesos en “tres pesos”, por ejemplo,
a fin de no dejar en evidencia el monto con el precio en el mercado del
producto.
- Había formas insólitas de referirse a los estupefacientes: camisa, camiseta, zapatilla, zapato, pintura.
- Acusó a uno de los imputados, Julio César Vartorelli, de utilizar a un hijo con discapacidad como “escudo” para trasladar entre 150 y 200 kg de marihuana a Santa Fe.
- En los procedimientos de campo, se notó presencia
investigativa paralela de la Gendarmería y de la Policía de la provincia, con
personal de civil.
- Con “Tavi” preso y la carga de la avioneta incautada,
surgieron problemas económicos en la familia Celis. De allí el supuesto acuerdo
de dinero con la Municipalidad, donde el agente de tránsito Alan Viola habría
sido el que transportaba el efectivo a Lemos por orden de “Tavi” Celis. Con
esos fondos se habría realimentado el circuito de compra – venta de
estupefacientes.
“Estaban quebrados hasta que le comenzó a llegar el dinero que llevaba Viola. No tenían un centavo. Comenzaron a recibir el dinero y (se retomaron) los viajes a Buenos Aires para la compra de droga”, reveló el policía.
- Las escuchas se hacen en Buenos Aires y llegaban con dos o
tres días de retraso a Paraná. No eran en directo, lo que impedía organizar
acciones inmediatas. Sólo en el caso del secuestro de la avioneta comentó que
tuvieron acceso de modo casi inmediato, con audios que se mandaban en forma
directa a sus celulares.
(Fuente: APF Digital)