Desde la Municipalidad de Cambiemos aseguran que se complica el pago de los sueldos por un déficit estructural. Pide asistencia a Nación y Provincia. Este jueves vence conciliación obligatoria y los empleados podría volver al paro.
L
a Municipalidad de Bovril enfrenta, otra vez, una situación de zozobra con su personal derivada de la falta de pago de los salarios de agosto. El intendente Alfredo Blochinger (Cambiemos) deposita sus esperanzas en poder cumplir con ese compromiso con la llegada de un Aporte del Tesoro Nacional (ATN) que gestionó ante el Ministerio del Interior de la Nación.
Blochinger ya acudió a la vía del ATN y de un anticipo de coparticipación de la Provincia a comienzos de año cuando debió enfrentar un serio conflicto con sus trabajadores. El problema surge de un déficit estructural en las cuentas del Municipio: las erogaciones superan a los ingresos, y desde el Estado municipal se sostiene un plan de asistencia a jornalizados que ha engrosado el gasto en personal.
Los trabajadores municipales iniciaron un paro de actividades que quedó en suspenso luego de que la Secretaría de Trabajo de la Provincia dictara la conciliación obligatoria, hasta el próximo jueves 12 a raíz del conflicto entre la administración Blochinger y los trabajadores municipales y subvencionados que aún no han podido cobrar los salarios de agosto.
El Intendente había comprometido el pago de los salarios de agosto para principios de mes, pero esa posibilidad no se dio. “Son salarios muy bajos y aún así estamos en esta situación. Esperamos que antes del 12 estén pagandos los salarios. Se ha pagado julio, pero de agosto todavía no se habla nada. No llegó el ATN que pidió la Municipalidad, y no sabemos si viene o no. Bienvenido si llega el ATN. Pero estamos planteando que un Municipio debe acudir a ATN para pagar salarios. El mes que viene va a suceder lo mismo”, dijo Oscar Muntes, secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE).
Los “subvencionados” que tiene la Municipalidad de Bovril tienen ingresos mensuales de $3.500. “Estamos exigiendo que esto se cambie y que no siga este sistema precarizado. A mí me cuesta entender que esta sea la realidad que vivimos. Los montos de los que hablamos son mínimos. Duele y amarga esto. Lamentablemente no hay alternativas por ahora”, agregó el dirigente, según publicó Entre Ríos Ahora.