La central obrera manifestó su preocupación ante “la grave situación social” y exigió la urgente declaración de la emergencia alimentaria y nutricional, en consonancia con la central sindical a nivel nacional .
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a CGT Regional Paraná se reunió con el obispo de la capital entrerriana, Monseñor Puiggari, y representantes de la CTA de los trabajadores, en la que pusieron de manifiesto la difícil situación que pesa sobre los trabajadores y sus familias producto de la grave crisis económica y social por la que atraviesa el país, la, y solicitaron articular acciones conjuntas con la Iglesia “para poder llevar paz a todos los ámbitos de la comunidad en general”.
La central obrera solicitó que el Estado Nacional tome acción de forma “urgente” ante “la fuerte caída de ingresos laborales y sociales de trabajadores y trabajadoras ocupadas, trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular, jubilados, y beneficiarios de planes sociales, por efecto de la inflación y devaluación de nuestra moneda, registran en la actualidad una pérdida sin demasiados antecedentes en nuestra historia”.
“La extrema situación de calle en la que han caído compañeras y compañeros, las dificultades para alcanzar niveles básicos de alimentación y nutrición de millones de niños y adultos mayores, hoy se expresa con severidad y dramatismo”, advirtieron.
A través del comunicado enviado a esta Agencia, expusieron que a partir de los balances sociales e investigaciones efectuadas por la Comisión Episcopal de la Pastoral Social de la Iglesia, por numerosas y prestigiosas Universidades Nacionales, por organismos e instituciones de reconocida trayectoria, todos ellos confirmados por los datos oficiales del Indec, “resulta impostergable tomar medidas urgentes y extraordinarias”.
En ese sentido, desde la CGT, en conjunto con el Arzobispado de Paraná, reclamaron “la urgente declaración de la emergencia alimentaria y nutricional”, debido a que consideran que “es obligación primaria, indelegable y constitutiva de todo Estado, el garantizar la alimentación y nutrición adecuadas a toda la población, y la inmediata convocatoria a todos los actores sociales con responsabilidad, probada experiencia e infraestructura disponible a coordinar acciones conjuntas para atacar el flagelo del hambre”.
“Hoy se trata de coordinar todos los esfuerzos, y poner todos los recursos del Estado, a disposición de los más necesitados. El futuro de los niños y los adultos mayores sin alimentos está en sus manos”, sostuvieron.
Vale destacar que durante el encuentro que llevaron adelante los representantes sindicales y de la Iglesia paranaense, se informó sobre la realidad que aqueja a los afiliados y afiliadas, las dificultades para administrar las obras sociales sindicales y sobre los trabajos sociales llevados adelante solidariamente por las organizaciones, “en momentos de fuga de dólares”.
Además, detallaron los conflictos que cada sindicato está desarrollando por reclamos de salarios impagos, mejores condiciones laborales y paritarias, como el caso de las medidas de fuerza de la UTA y Comercio.