El Consejo General de Educación quiso celebrar el Día de los Jardines de Infantes con grandes tiras de colores en su fachada. Sin embargo, la mayoría de los transeúntes creen que se trata de alguna alegoría a la diversidad sexual.
L
os paranaenses que transitaron este martes por las inmediaciones de la plaza Mansilla y el Centro Cívico se sorprendieron al ver las largas tiras de telas azul, naranja, amarillo, violeta, rojo, celeste y rosa que adornan la fachada del Consejo General de Educación en la esquina de calles Córdoba y Laprida.
Quienes se acercaron lo suficiente para leer el banner que cuelga al lado, pudieron comprender que se trata de un homenaje al Día de los Jardines de Infantes y la Maestra Jardinera que se conmemora el 28 de Mayo.
Pero no fueron pocos los que no llegaron a leer el cartel y, a la distancia, interpretaron las coloridas tiras como un homenaje distinto: a la diversidad sexual. Es que, si bien con algunas diferencias, el decorado que eligió el CGE remite inevitablemente a la bandera que representa el orgullo gay, lésbico, bisexual y trans y la lucha por los derechos de la comunidad LGBT.
Según escuchó y observó INFORME DIGITAL en la plaza Mansilla, sus bancos y paradas de colectivos, y las veredas del Centro Cívico paranaense, varios grupos de personas, en particular de estudiantes, se consultaban y comentaban al ver la fachada del Consejo. "Es la bandera del orgullo gay", señalaba la mayoría.
En rigor, hay que decir que el emblema de la diversidad sexual consiste en seis
franjas de los colores rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta, que
reproducen el orden de los colores del arcoíris.
El 28 de Mayo se celebra cada año en la Argentina, oficialmente, como el "Día Nacional del Docente de Nivel Inicial". Así es desde 2013, cuando lo instituyó la ley 27.059. La fecha conmemora a Rosario Vera Peñaloza, la educadora riojana pionera en la formación en nivel inicial fallecida en esta fecha del año 1950.
Vera Peñaloza es especialmente recordada en la capital entrerriana, adonde llegó a principios de la década de 1890 para educarse en la entonces vanguardista Escuela Normal, en la que fue alumna de la también histórica pedagoga Sara Chamberlain de Eccleston.
En Paraná obtuvo el título de Profesora Normal y luego el de Profesora de "Kindergarten", en la Escuela de Profesores del Jardín
de Infantes de la capital provincial. Aquí dio sus primeros pasos en la docencia y luego promovió el primer jardín de infantes de la ciudad.
Previamente, en 1898, fundó el jardín de infantes anexo a la Escuela Normal de La Rioja, el primero del país.