Javier Melchiori anunció que, si es elegido intendente de Gualeguaychú, derogará la ordenanza que prohíbe el herbicida en el éjido y restaurará su uso pero con controles. Hace días un fallo histórico declaró cancerígeno al producto.
E
l precandidato a intendente de Gualeguaychú por Cambiemos y
dirigente de la Sociedad Rural, Javier Melchiori, hizo parte de su campaña
electoral a la controversia que se desarrolla en la localidad desde el año
pasado, cuando por impulso del actual intendente y candidato a la reelección, Martín
Piaggio (PJ), se aprobó la ordenanza conocida como “Glifosato cero”, que
prohibió la aplicación del agroquímico en el éjido urbano.
Melchiori adelantó que derogaría dicha legislación comunal.
“Se perdió una oportunidad enorme de avanzar en este tema de forma seria y se
prefirió la demagogia y el populismo”, opinó.
El referente agrario y hombre de la alianza UCR-PRO para la intendencia
del sur provincial advirtió que, pese a los fundamentos de la ordenanza anti
glifosato, hay otra que permite aplicar “todo tipo” de agroquímicos, incluso “más
agresivos” que el mencionado, “sin ningún tipo de control”.
En declaraciones a LT41, señaló: “hay una ordenanza que es la de la prohibición del glifosato y otra ordenanza, la que sigue, que permite todo tipo de productos, excepto el glifosato, aplicarlos sin ningún tipo de control y nadie se fijó en esa ordenanza, cuando se debatió estaban sólo los concejales”.
“Se hizo mucho y mal manejo político de la ordenanza del glifosato y se permitió aplicar dentro del ejido productos mucho más agresivos que el glifosato, sin ningún tipo de control, en ausencia del Estado. No sé si la gente lo sabe. Lo que nosotros decimos es que hay que controlar”, insistió el candidato opositor y dirigente rural.
“Nosotros vamos a estar controlando y eso va a ser a costa del productor, que va a pagar una tasa por costo de honorarios de profesionales que actúen en el control. Es decir, vamos por un control estricto”, agregó
En contrapartida a la prohibición, la propuesta de Melchiori es que “la Municipalidad, a través de profesionales, de personal municipal, esté controlando permanentemente ese tipo de aplicaciones, y no sólo dentro del ejido, también fuera”.
Condenas
La semana pasada se conoció una sentencia relevante sobre el tema. Un jurado federal de San Francisco, Estados Unidos, consideró probado que el herbicida Roundup, compuesto por glifosato, fue “un factor sustancial” en el cáncer de un hombre de 70 años. El demandante desarrolló un “linfoma no-Hodgkins” y lo atribuyó a la reiterada exposición al producto, lo cual fue conformado por el tribunal.
El caso conlleva trascendencia ya que se trata de la primera derrota a nivel federal en el país del norte para la empresa Bayer, que absorbió a Monsanto, el histórico fabricante de glifosato.
Sin embargo, no fue la primera condena contra el
agroquímico. En agosto del año pasado, una jueza de San Francisco convalidó la condena
por jurado a Monsanto a pagar 289 millones de dólares en indemnización a Dwayne
Johnson, un jardinero municipal de un pueblo de California que utilizó Roundup
durante años y también tiene un linfoma no-Hodgkins.
La sentencia consideró que Monsanto había actuado con
“malicia” y que el herbicida era responsable del cáncer incurable. La jueza
matizó la supuesta mala fe de Monsanto y redujo la sentencia a 78 millones de
dólares, según consignó El País de España.