Según el Indec, la industria cayó casi 15% en diciembre y cerró 2018 con menos 5% interanual. La UIER advierte por las consecuencias "productivas, económicas y sociales" y reclama "medidas urgentes".
L
a Unión Industrial de Entre Ríos (UIER) manifestó su “profunda
preocupación” por los indicadores oficiales que dan cuenta de la “fenomenal”
caída de la actividad, que consideran “coincidentes
con la realidad de nuestra provincia”.
La entidad advierte por la necesidad no sólo de políticas
macro que brinden estabilidad en las economía argentina, sino además -y con
mayor énfasis- medidas específicas tendientes a “reactivar de inmediato el
consumo del mercado interno”.
Según publicó el Instituto Nacional de Estadística y Censos
(Indec), el mes de diciembre del año pasado cerró con un derrumbe de la
industria del orden del 14,7%, en tanto que con este dato se alcanzó en todo
2018 un descenso del 5% interanual.
“Estas cifras ponen sobre relieve la notable recesión que afecta a los sectores productivos y generadores de mano de obra genuina registrada”, alerta la UIER.
Los dirigentes empresarios señalaron que “se pone en serio
riesgo la sustantabilidad de muchas pequeñas y medianas empresas de la
provincia. Con ello, incluso, corren peligro miles de puestos de trabajo que
representan el sostén de muchos hogares”.
A su vez, afirman que los síntomas de la crisis ya se
sienten en Entre Ríos. “Más de la mitad de los establecimientos industriales
debió bajar considerablemente sus niveles de producción e incluso algunos
directamente tuvieron que paralizarse. Sobre todo, aquellos ligados al mercado
interno recesivo se ven aquejados por una alarmante disminución de sus ventas”.
Los industriales dicen que hay empresas que se vieron ante la “angustiante necesidad” de realizar suspensiones y despidos de personal, “dado que la situación se torna insostenible”.
Por otro lado, si bien hay muestras tenues de una baja
gradual de las tasas de interés por parte del Banco Central, el financiamiento
sigue siendo una problemática que sacude a todo el abanico industrial. Esto no
sólo dificulta la cadena de pagos, sino que hace imposible la sostenibilidad de
las finanzas de las industrias, principalmente las que tienen deudas
contraídas.
En la misma sintonía, para la UIER resulta “urgente” un plan para morigerar el impacto que tiene sobre los sectores productivos la “asfixiante presión fiscal”.
“A esto se suman los costos energéticos que vuelven a golpear a los establecimientos, que
en muchos casos les resultará imposible de pagar o los obligará a tomar medidas
alternativas para no paralizar la producción, indican desde la institución
empresarial.