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on un cronograma de elecciones provinciales adelantadas, apenas pasó la primera quincena de enero y en Entre Ríos se instalaron los cruces mediáticos entre el gobierno nacional de Cambiemos y la administración provincial justicialista. 

El disparador fue el informe del diario UNO según el cual la gestión nacional finalizó sólo 14 de las 1,817 casas para inundados entrerrianos prometidas en 2016 por Mauricio Macri y Rogelio Frigerio, principal herido con el dato periodístico como ministro del Interior, Obra Pública y Vivienda. Las repercusiones no tardaron en aparecer y se sucedieron los cruces.

Primero fue el presidente del Instituto Autárquico de Planeamiento y Vivienda (IAPV), Marcelo Casaretto, quien opinó sobre el tema y advirtió que “Macri y Rogelio Frigerio asumieron compromisos que no cumplieron nunca. No podés entregar en tres años 14 casas si prometiste 1817". A su vez, explicó que "IAPV intervino en la elaboración de proyectos, pero el manejo de fondos era entre Nación y municipios".

Otro que se hizo eco del informe fue el diputado provincial concordiense Alejandro Bahler, electo por el Frente Renovador y de cada vez mejores lazos con el gobernador Gustavo Bordet. “Las obras no están, se puede comprobar a la vista de todos, y estos impresentables de la política siguen jugando con las necesidades de la gente prometiendo y tapando la realidad con discursos falaces”, fustigó al macrismo.

En el PRO golpeó fuerte el dato “14 de 1.817” y las opiniones del peronismo sirvieron de excusa para lanzar una fuerte campaña en defensa de la administración de Frigerio y contra la política de vivienda provincial, aunque la cifra de casas para damnificados por inundaciones terminadas nunca fue refutada.

El diputado provincial Joaquín La Madrid (PRO) se despachó contra el PJ y lanzó que "son tan sucios que su pestilencia se reconoce a kilómetros; muestran la hilacha. La gente ya sabe quién es quién y además está harta de los vetustos métodos de la mala política, en la que se subestimaba a los vecinos y se la pretendía engañar con artificios".

Y otra diputada, Alejandra Viola (radical muy cercana al PRO), advirtió: "estamos acostumbrados a este tipo de deposiciones engañosas, mañas de la vieja política. No es casualidad que el 67% de las viviendas se estén haciendo directamente con los municipios, porque el IAPV no quiere ser observado en el manejo de recursos".

"No es verdad que sólo se construyeron 14 viviendas de las prometidas por la Nación en 2016", aseguró Viola, aunque tampoco ofreció el dato de cuántas sí se terminaron. 

Sin embargo, para Frigerio, el ministro afectado por la información y además jefe político de la oposición en Entre Ríos, la situación ameritó el despliegue un operativo más contundente de defensa de su gestión y de desprestigio del gobierno provincial, como lo admite el propio diario Clarín en la nota que puede leerse completa en la sección Entre Ríos en los medios nacionales.

Por lo tanto, el candidato a gobernador ni confirmado ni descartado de Cambiemos descargó a través de dos de sus funcionarios una catarata de duros cuestionamientos a la administración del IAPV, aunque el objetivo del golpe es directamente Gustavo Bordet.

Primero, el secretario de Vivienda, Iván Kerr, sentenció que el organismo provincial “es el principal responsable por la falta de obras" y sin vueltas acusó a Casaretto de clientelismo político.

"Para nosotros es una necesidad que se termine con la discrecionalidad en el manejo de estos asuntos. Casaretto debe terminar con el clientelismo político en la entrega de vivienda y antes de señalar errores ajenos sería razonable evaluar las responsabilidades que le son propias”, castigó Kerr.

Por su parte, el funcionario entrerriano se defendió y desafió a Nación para que “anuncie cuándo van a terminar esas viviendas en vez de buscar cruces políticos entre dirigentes" y aseveró que en el IAPV "la transparencia de los procesos es total y no ha existido ningún reclamo en esa materia".

“Es muy sencillo ver que las viviendas fueron prometidas a inicios de 2016 y que asumí en el IAPV a fines de 2017, o sea que para ese entonces ya tendrían que haberse terminado y entregado a las familias", retrucó el titular del IAPV.

Pero desde el ministerio nacional continuaron las reacciones y salió esta vez un funcionario de tercera línea. El director Nacional de Vivienda Social, Ramiro Masjuan, aseguró que es “falaz” que todos los proyectos para la construcción de viviendas fueron tramitados en forma directa con los municipios de Entre Ríos y aseguró que el Gobierno provincial prefirió “darle la espalda” a esas obras.

“Nosotros habíamos iniciado ese camino de proyecto y definición de financiamiento para las viviendas que prometieron Mauricio Macri y Rogelio Frigerio con el gobernador Bordet, pero la Provincia dijo no iba a seguir adelante y que le devolvía esos proyectos al gobierno nacional para que los tramite directamente con los municipios”, señaló Masjuan en declaraciones a Radio Nacional.

“Tenían miles de viviendas en ejecución, muchas en estado avanzado, y nosotros le pedimos tanto al Instituto como al gobernador que dispusieran parte de esas viviendas para los inundados", repasó el director Masjuan.

"Ellos nos dijeron que no, probablemente porque esos proyectos les generan un mayor recupero y les permite mejorar su dinámica de pago de cuentas y su gerenciamiento”, advirtió el funcionario de Frigerio.

“El gobierno nacional prometió esas viviendas y se están construyendo”, aseguró Masjuan, y él también dio números generales sobre fondos nacionales destinados a viviendas en Entre Ríos aunque no de casas terminadas y/o entregadas a damnificados por las crecidas de hace tres años.

Con todo, llama la atención que desde la Provincia, por el momento, han dejado a Casaretto solo frente a la lluvia de críticas de los funcionarios nacionales, mientras que en otras ocasiones, y por temas mucho menos sensibles que viviendas para inundados, el peronismo ha salido en tropel a golpear al gobierno nacional.

Una interpretación es que en la Casa Gris leyeron la ofensiva de Frigerio como una reacción política ante una falla concreta de gestión, aunque también puede leerse que el entorno de Bordet bajó el tono para evitar salir herido de una disputa, en la que puede filtrarse un dato que lo afecte, pero en la que hasta ahora quien tiene que dar respuestas es el ministro de Cambiemos.