El ahora ex secretario de Energía renunció este viernes tras anunciar nuevos tarifazos de luz y gas, que no fueron más que otro capítulo de un paso por la cartera energética signada por anuncios de aumentos y riñas con sus superiores.
L
as noticias nacionales de este jueves y este viernes tuvieron como protagonista al ahora ex secretario de Energía, Javier Iguacel. Primero lo fue el anuncio de una batería de aumentos escalonados durante el 2019 en tarifas de luz y gas. Pocas horas después, se conoció su renuncia a la cartera energética. Será reemplazado por Gustavo Lopetegui, ex vicejefe de Gabinete devenido en “asesor” del presidente Mauricio Macri.
Iguacel confirmó este viernes por la tarde su retirada de Energía en la red social Twitter. Dijo que las explicaciones de su dimisión se las dio al presidente y que está "a disposición para seguir acompañando".
Por razones q expliqué al Presidente, renuncié al cargo de sec. de energía, poniéndome a disposición para seguir acompañando la transformación q lleva adelante. La tarea para construir un país unido, honesto y justo es titánica. Requiere pasión y perseverancia. #noaflojemos
— Javier Iguacel (@JavierJiguacel) 28 de diciembre de 2018
El ahora ex secretario heredó la silla de Juan José
Aranguren en junio de este año –cuando Energía era ministerio- y sólo
permaneció en su cargo por 190 días. Iguacel había estado al frente de la Dirección
de Vialidad Nacional desde el inicio del ciclo macrista.
Poner la cara
Su gestión al frente de la política energética el Gobierno estuvo marcada por cuatro hechos precisos que marcaron su paso por la cartera.
- En agosto dio a conocer subas en las tarifas de luz de 28%
- A principios de octubre se dio su mayor traspié: anunció
que los usuarios deberían pagar un tarifazo retroactivo como “compensación” a
las empresas gasíferas por efecto de la devaluación. El plan llegó hasta la
Justicia, derivó en una pequeña crisis en el Gobierno y obligó a emitir un bono a dos años para
compensar a las empresas, luego de dar marcha atrás con la idea de trasladar el
costo a los usuarios.
Encima, en medio de la polémica que había despertado el
“Ahora 24”, el propio Iguacel aseguró que “la mayoría de las quejas por el
aumento de gas son de militantes kirchneristas", declaraciones que
explotaron puertas adentro del Gobierno, sobre todo en el ala radical de la
alianza Cambiemos, que llegó a pedir la cabeza del funcionario.
- Esta semana, en la víspera de su renuncia, el secretario
de Energía puso la cara para anunciar los aumentos 2019 en las tarifas de luz y
de gas. Cargó con el costo político de anticipar que a partir de febrero la
boleta de luz aumentará un 55% y que el gas subirá un 35%.
- La gestión de Iguacel también estuvo marcada por la suba
en las naftas. Desde su llegada a la gestión energética los combustibles
subieron más de un 40%.
Los ejes de la interna
La jugada de Macri, definida desde su descanso en el Sur, de
reemplazar a Iguacel por Lopetegui tiene el doble sentido de empoderar aún más al
jefe de Gabinete, Marcos Peña, y mantener el control del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
"Iguacel ya no tenía poder interno ni externo",
graficó un secretario de Estado. El saliente secretario de Energía ya no
contaba con el apoyo interno de Dujovne en la toma de decisiones y en las
empresas de energía ya no era visto como un hombre confiable o de llegada directa
al Presidente.
Hubo al menos dos traspiés relevantes en los que Iguacel se topó con el ministro de Hacienda y con el propio Macri. Uno de ellos fue el planteo de un esquema tarifario más gradualista. Iguacel no quería anunciar todos los aumentos de gas y luz ahora, sino esperar a abril, una idea que colisionó con los pensadores de la estrategia electoral PRO, que preferían adelantar las malas noticias y no darlas a las puertas de la campaña 2019.
El otro punto en discusión fue el del proyecto de energía
nuclear para la construcción de una central nuclear con China. Dujovne había
presentado un paper interno en el que le mostró a Macri que la energía
renovable o del crudo era mucho menos costosa que la energía nuclear y que
endeudarse por 9.000 millones de dólares con China no era conveniente ahora. El
resultado fue una victoria de Dujovne: Macri postergó ese proyecto para el
2022.
También cruzó a Dujovne con Iguacel la decisión del ahora ex
secretario de Energía de importar menos cantidad de gas de Bolivia de lo que
estaba pactado en el contrato con el vecino país. Y además hubo diferencias por
los recortes al subsidio del shall gas, una medida requerida por el FMI que
impulsó el ministro de Hacienda pero que el saliente funcionario veía como un
desaliento al sector.
La llegada de Lopetegui a Energía implicará un cambio sustancial. Se trata de un "soldado" de Macri y de Marcos Peña, lo que en definitiva implica que Dujovne seguirá sin tener mayor injerencia en un área que el Presidente considera altamente sensible.