E

n la ciudad del sur provincial las medidas que viene tomando el intendente Federico Bogdan (Cambiemos) en el área contable generan suspicacias en el municipio, ya no sólo en la oposición peronista sino en las propias filas radicales.

El jefe comunal designó hace unas semanas a Alejandra Borro, la socia en el ámbito privado de su secretario de Hacienda, como contadora Municipal, un cargo que actúa como contralor interno de los números del municipio. Es decir que la flamante funcionaria debe fiscalizar los movimientos de dinero que autoriza quien es su socio en el estudio contable que comparten fuera de la función pública. Esto fue denunciado por concejales opositores.

El siguiente movimiento que generó suspicacias fue el decreto mediante el que Bogdan suspendió al contador Municipal Silvio Carballo, un hombre que había sido designado por el ex intendente Luis Erro (PJ), que estaba de licencia y en cuyo lugar quedaría firme la recientemente llegada Borro. Para ello, el radical pidió al Concejo Deliberante que remueva a Carballo de su cargo.

Ahora la preocupación circula entre la propia planta estable de empleados de la Comuna, ya que Bogdan removió a la jefa de Contaduría, Analía Reynoso, una empleada de carrera que fue sacada sin previo sumario administrativo del cargo que ejerce hace ocho años. El intendente decidió que vaya a cumplir funciones al Departamento de Inspección y Control de Sustancias Alimenticias (DICSA). 

Según dio a conocer Gualeguay Hoy, a Reynoso no se le abrió ningún expediente y no tiene causas ni sumarios administrativos. La jefa de Contaduría se desempeñaba desde el año 2010 en el cargo y había ingresado en 2004 al área de control de las cuentas públicas de Gualeguay.

Entre sus tareas se encontraba controlar la ejecución del Presupuesto y la supervisión de las facturas por todo tipo de compras que se realizan en la gestión. Ahora Bogdan resolvió que desempeñe tareas de bromatología.