La Unión Industrial asevera que los factores que dificultan la inversión y producción en el rubro llevan a "repensar la actividad". Mencionan altos costos por la devaluación, bajos precios en el mercado interno y altas tasas de interés.
L
a lechería entrerriana “no está exenta del momento crítico que vive el país y esto impacta no sólo en la producción, sino también en la industria”, asegura el comunicado de la Unión Industrial de Entre Ríos enviado a INFORME DIGITAL. Eduardo Tonutti, vicepresidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel) e integrante de la UIER, advirtió que muchos establecimientos de la provincia, sobre todo pymes, están “en una situación difícil”.
Tonutti reconoció que los problemas que presenta el sector, tanto en el eslabón primario como secundario, "no son nuevos". Fundamentalmente, apuntó a los bajos precios que reciben los productores y que no acompaña en la misma medida la estructura de costos.
Manifestó además que lograr el equilibrio sería una buena
noticia para la producción y la industria, que tienen muchos insumos importados
y también están en ese mercado interno que “no actualiza rápidamente de acuerdo
a lo que se pretende, y nos quedamos sin rentabilidad”, analizó.
“Hemos tenido una fuerte devaluación, la mayoría de los insumos del productor son en dólares y el precio del mercado interno no actualiza en dólares”, acotó el industrial.
En esta línea, advirtió que actualmente se están extendiendo los plazos de pagos en toda la cadena, que exige de todos los actores una estrategia de conjunto “para poder sobrevivir o soportar el impacto. Se ha incrementado la cartera de incobrables”, confirmó. Sobre ello, cuestionó el problema del financiamiento, por lo que pidió que el Gobierno nacional revise la política de tasas de interés.
Dificultades
Las dificultades para financiarse, que son comunes a todos los sectores, “pueden resultar letales", sentencia la UIER. En muchos casos, "sostenerse en la actividad puede ser más complejo aún si se arrastran deudas”. Según Tonutti, “cualquiera que tenga un endeudamiento importante va a tener graves problemas para sobrevivir a estas crisis económicas, porque las tasas son imposibles de soportar”.
Otro problema que debe sobrellevar el sector lácteo tiene que ver con la estructura de costos –afectada por la suba del tipo de cambio–, que los obliga a ser cada vez más eficientes. El empresario indicó que es clave “tratar de generar productividad, para lograr que el precio del mercado no genere un quebranto”.
Entre otros inconvenientes, también señaló la “gran presión
impositiva” que asfixia a toda la industria, por lo que pidió al Estado un “acompañamiento
y revisión de los tributos que afectan la marcha de las actividades productiva”.
También criticó la suba de las tarifas que, de cara a los próximos incrementos,
“habrá que atenuar”.
Respecto de este aspecto, se anticipó: “venimos de un
aumento de un 50% en agosto y se supone que va a haber otro 50% en noviembre,
que no sabemos bien cómo se va a poder pagar”.
Mercado nacional
El referente de la lechería consideró que a nivel nacional "lo que se está viendo es una gran concentración en multinacionales, que comienzan a posicionarse y a ganar terreno por encima de otras importantes empresas de origen argentino", que históricamente dominaban el mercado.
Las multinacionales están en una situación de ventaja debido a que aprovechan la potencia de poder financiarse directamente en dólares, encarar sus inversiones e incluso con mayores posibilidades para exportar, advierten los industriales.
Según Tonutti, la matriz de la lechería argentina está
cambiando en relación a lo que era hace 10 años, dado que las empresas
nacionales empezaron a tener problemas, fundamentalmente acarreados por
endeudamientos y dificultades de financiamiento, reflexionó. Sobre esto, agregó
que “Entre Ríos no escapa a esa realidad”.
Exportaciones
Por un lado, consideró que aquellos que pueden llegar con sus productos al exterior están pudiendo financiarse en dólares, lo cual también permite “recuperar dinero y seguir marchando”. No obstante, ante los altos costos internos, precios internacionales estancados, la vuelta de las retenciones y la reducción de los reintegros, indicó que “hoy se está exportando sin rentabilidad”.
Desde esta perspectiva, analizó: “Si la política va a ser un
dólar alto, con apertura de mercados, obviamente tenemos que mirar hacia la
exportación. No obstante, me parece que el mercado interno va a tener problemas
en los próximos meses y no creo que haya muchas soluciones desde el punto de
vista del financiamiento”.
Consultado por los mercados a los que la lechería llega, señaló que el gran comprador de lácteos es Brasil, aunque lamentó que la devaluación del vecino país complicó las ecuaciones. De todos modos, reconoció que la Argentina está diversificada en sus relaciones comerciales, lo que permite llegar a mercados alternativos. Respecto de los desafíos por delante, apuntó a la necesidad de establecer acuerdos con México, en medio de las tensiones que tiene ese país con los Estados Unidos, su principal socio.