Unión Ciudadana estuvo en la marcha multisectorial que se realizó en Entre Ríos contra el presupuesto de Macri. Así, se sumó al rechazo al proyecto de ley de presupuesto nacional que se debate este miércoles en el Congreso.
E
ste miércoles por la mañana distintas organizaciones sociales y sindicales marcharon hasta Casa de Gobierno en Paraná en rechazo del Presupuesto 2019. La movilización se realizó en un contexto de paro docente de Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) y una marcha multisectorial en distintos puntos del país.
En la explanada de la Casa de Gris se observaron a diferentes sectores y partidos, tales como las dos CTA, la Autónoma y la de Entre Ríos; ATE, la CGT, Camioneros, la Multisectorial de Mujeres, el Sidnicato de los Gráficos, y partidos de izquierda como el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), el Partido Comunista Revolucionario (PCR), el Partido del Trabajo y el Pueblo (PTP), la Federación Juvenil Comunista, y otros.
En tanto, engrosando la manifestación estuvieron las organizaciones sociales Barrios de Pie, Corriente Clasista y Combativa y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Sin embargo, en la concentración llamó la atención la presencia de un nuevo acto en la política entrerriana: Unión Ciudadana, el partido que tiene como referente a nivel nacional a la expresidenta y actual senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner.
Todas las organizaciones acordaron un documento que leído frente a la Casa Gris y en el cual expresaron su fuerte rechazo al proyecto de presupuesto 2019 de Mauricio Macri, que comenzó a debatirse este miércoles en la Cámara de Diputados de la Nación.
El documento
NO A LA APROBACIÓN DEL PRESUPUESTO DE MACRI Y EL FMI
Estamos presentes en este día frente a la Casa de Gobierno de Entre Ríos para demostrar nuevamente que el pueblo está más despierto que nunca y no va a permitir la profundización del ajuste. Llegamos a este lugar tras recorrer las calles de la capital provincial con una multitudinaria marcha, nutrida de trabajadoras y trabajadores formales e informales de los diferentes sectores, estudiantes, vecinalistas que con voluntad y convicción decidimos confluir en este acto, puesto que sabemos de la necesidad de unificar nuestras luchas para lograr más y mejores conquistas y torcer los planes del gobierno entreguista y hambreador.
Acaban de ingresar a la legislatura un proyecto de presupuesto de ajuste y recorte, impuesto por el acuerdo con el FMI. Es una evidente mentira que arranca estimando un valor del dólar para todo el año casi por debajo de la cotización actual y que entre otros aspectos prevé un brutal ajuste en el orden de los 358 mil millones de pesos; de los que el 54 porciento estará destinado al pago de los intereses de la deuda externa. Estos intereses comprometen el 18 por ciento del total del presupuesto, estimando en más 590 mil millones de pesos el pago de esta pesada carga financiera. Mientras tanto, se limita el acceso a la pensión universal para adultos mayores, se reduce en términos reales la inversión en educación y se desfinancia la educación universitaria. Se desmantela el estado y la prestación de los servicios que debe garantizar a la comunidad, se despide compañeros con muchísimos años de antigüedad, como ocurre con el INTI, INTA, SENASA, CNEA y recientemente en Agricultura Familiar.
Denunciamos también desde esta tribuna el intento solapado e inconstitucional de modificar la Ley de Contabilidad para permitir re negociar la deuda a valores de mercado, abriendo la posibilidad de una nueva y gran estafa al pueblo argentino.
Repudiamos la decisión de Macri de atar los destinos de la Nación a las potencias imperialistas y sus respectivas multinacionales que integran el G20, haciendo de perro faldero de los principales responsables de las recurrentes crisis globales que llevan al hambre, desesperación y la muerte a millones de personas.
Nos encontramos actualmente atravesando un nuevo proceso de restauración conservadora en el país; que se caracteriza por posicionar al frente del Estado ya no a una dirigencia proveniente de la política tradicional llamada a gobernar en nombre de los intereses de la burguesía, sino lisa y llanamente a los verdaderos dueños del poder fáctico, la propia oligarquía terrateniente y los poderes financieros y económicos concentrados, ocupando los espacios más sensibles en el entramado decisorio que condiciona los destinos del país y que, en un escenario de subordinación a las distintas variantes imperialistas y al gran capital usurero transnacional como el que vivimos, representa una amenaza permanente contra la clase trabajadora y los sectores más vulnerables de la sociedad.
Hoy vivimos en una Argentina donde la transferencia indiscriminada de recursos hacia los sectores más concentrados de la economía es una prioridad para quienes nos gobiernan, donde las subejecuciones presupuestarias en áreas sensibles como educación, salud, desarrollo social, transporte, ciencia y tecnología se reiteran en detrimento de los derechos más elementales de la población, donde el futuro de generaciones de argentinas y argentinos se halla profundamente amenazado por políticas de endeudamiento que vuelven a ponernos de rodillas, como en los años noventa, frente a los organismos multilaterales de crédito.
Sólo en el primer semestre de este año, se permitió la fuga de 17 mil millones de dólares, casi la misma cantidad que adelantó el Fondo Monetario como producto de un acuerdo de penurias para el pueblo. También en este mismo período, la destrucción de fuentes de trabajo fue a razón de más de 4.300 puestos mensuales, entre públicos y privados y sólo en blanco. La dolarización de la economía y la devaluación del peso significaron un brutal ajuste sobre los trabajadores. Las 15 empresas cerealeras exportadoras más grandes, entre las que se encuentran Cargill, Deheza, etc con el salto del dólar de $20 a $40 duplicaron sus ganancias. Al mismo tiempo, en virtud de ese mismo movimiento, nuestros salarios fueron licuados a la mitad de su poder adquisitivo.
El plan económico golpea muy fuerte sobre la pequeña y mediana industria en una tendencia hacia la mayor concentración cada vez en menos manos, con cientos de cierres de pequeños y medianos establecimientos.
Comenzamos este 2018 con el acuerdo entre el gobierno nacional y los gobiernos provinciales para resguardar la rentabilidad patronal y fijar techos irreales a las negociaciones salariales. Transcurridas tres cuartas partes del año vemos que el panorama es cada vez más sombrío y que la capacidad de subsistencia de la clase trabajadora y los sectores populares se ve permanentemente amenazada por el ajuste, con aumentos imparables en los alimentos y bienes de primera necesidad, el combustible y los servicios básicos.
Al mismo tiempo, tanto más preocupante resulta el escenario político que nos toca afrontar en la medida en que vemos que desde el Estado se ponen en práctica dispositivos represivos contra los luchadores sociales y las capas más desprotegidas de la población. Repudiamos y denunciamos el decreto que vuelca a las fuerzas armadas a la represión interna.
Referentes de sindicatos y movimientos sociales perseguidos o encarcelados por motivaciones políticas, niños asesinados con absoluta impunidad por lo que el gobierno considera el delito de ser pobres y vivir con hambre. Bastan como ejemplo los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel; la terrible represión del 21 de agosto a los trabajadores del Astillero Río Santiago, el secuestro y tortura de la compañera docente Corina de Bonis en la localidad de Moreno, mientras todavía no aparecen los responsables del atentado contra la compañera Julia Rosales de la CCC a más de un año de ocurrido; las millonarias multas al sindicato de Camioneros y al Suteba; la detención de los compañeros Juan Grabois, Jacquelina Flores y Rafael Klejzer de la CTEP y la desaparición seguida de muerte del compañero Silverio Enriquez de la Federación Nacional Campesina en un contexto de represión contra las luchas originarias para recuperar sus tierras ancestrales.
Analizando el curso de los acontecimientos desde el momento de su misma asunción al gobierno, estamos en condiciones de afirmar que no existen errores o equivocaciones en el accionar del macrismo y sus socios, puesto que la embestida contra el pueblo es su plan de acción y no otra cosa. Se trata de ricos gobernando para ricos, resolviendo sus contradicciones en aras de garantizar el sostenimiento de sus privilegios de clase que resultan cada vez más escandalosos en un país donde la miseria, la desocupación, la exclusión y la pérdida de derechos son moneda corriente.
Como colectivo organizado en esta multisectorial, sujetos históricos comprometidos con nuestro tiempo y llamados a luchar para recuperar la dignidad del pueblo y conquistar más derechos, somos conscientes de que sólo con unidad y contundencia podremos ser capaces de derrotar a este modelo económico que nos avasalla y quiere vernos sometidos a los perversos designios del capitalismo más salvaje. Unidad que podremos alcanzar únicamente si recuperamos el legado de quienes nos precedieron y entendemos que la contradicción fundamental en este momento es golpear al plan macrista y de sus socios. Contundencia que construiremos mediante estrategias de acción que nos contengan y muestren la solidez de nuestras legítimas reivindicaciones.
Advertimos a Macri y a Bordet, legisladores e intendentes que no vamos a aceptar la aprobación de presupuestos de ajuste y sufrimiento para las masas populares como los que pretenden para el año 2019.
Seguiremos defendiendo nuestras conquistas en el sistema previsional entrerriano, diciendo que nuestra ley jubilatoria no se toca y que avanzaremos hasta recuperar el 82% móvil en el sistema previsional nacional. No vamos a permitir la naturalización de la pobreza y la represión, que estaremos presentes cada vez que las y los argentinos y entrerrianos necesiten de la solidaridad de los sindicatos y movimientos sociales que están aquí poniendo el cuerpo en esta histórica jornada.
Es por esto que vamos a seguir de pie y resistiendo en las calles, vamos a continuar profundizando este proceso de construcción de unidad para fortalecer el movimiento obrero organizado y los espacios multisectoriales y consolidar la lucha por conquistar un estado que debe estar al servicio del pueblo.
Vamos a seguir recordándole al presidente Macri y al gobernador Bordet, a los legisladores e intendentes que el ajuste neoliberal va a encontrar su freno en la solidez de este colectivo que se ha organizado para defender sus derechos. Les exigimos que garanticen la defensa del empleo de los habitantes de sus territorios en todos sus niveles. Exigimos la reincorporación de todos los compañeros despedidos.
En cuanto al proyecto de presupuesto provincial, se puede decir que si bien tiene diferencias respecto del nacional también, como este, se enmarca en un contexto de ajuste, en donde la meta de incremento del 34,54% que contiene sobre el presupuesto 2.018 no contempla la proyección de inflación de arrastre, la cual podría superar el 50% según algunos economistas.
Frente a esta realidad que nos desafía a la unidad, estamos convencidas y convencidos de que si luchamos por el todo, por lo general, conseguiremos victorias para el pueblo. Por eso afirmamos y exigimos:
– Que no se apruebe el presupuesto de ajuste acordado con el FMI para 2019.
– Reformulación de un nuevo presupuesto adecuado a las necesidades populares.
– Seguimos rechazando la adhesión de la provincia al acuerdo de consenso fiscal que implica, entre otras cosas, mantener la situación de precariedad laboral en cientos de trabajadores estatales
– Retenciones móviles segmentadas, por un régimen impositivo progresivo donde paguen más los que más tienen. QUITA inmediata del IVA a los artículos de la canasta básica familiar.
– No a la primarización de la producción, no al extractivismo, no a las actividades contaminantes.
– Aprobación de las cinco leyes presentadas en la Marcha Federal en Junio. Emergencia Alimentaria, Urbanización de Barrios Populares a nivel nacional y provincial, Infraestructura Social, Emergencia en Adicciones y Agricultura Familiar.
– Creación de puestos de trabajo.
– Trabajo genuino. Pase a planta y estabilidad laboral para todos los trabajadores precarizados. Basta de flexibilización, despidos y cierres de cooperativas y pymes. En los últimos 60 días en Entre Ríos sufrimos el despido de más de 1000 compañeros que pasaron a situación de calle laboral.
– No al paquete de leyes antiobreras. Rechazamos cualquier intento de reforma y quita de derechos laborales.
– La 8732 no se toca. No a la reforma de nuestro régimen previsional.
– Paritarias libres. Por un piso salarial acorde a la canasta.
– Privilegiar el mercado interno por sobre la actividad financiera, invirtiendo los recursos de la Nación en la reactivación de las industrias y Pymes.
– No al ajuste sobre la escuela y la universidad pública.
– No al plan Maestro, no al secundario 2030, no al cierre de profesorados e institutos. Defensa de las Escuelas Técnicas. Nueva Ley de Financiamiento.
– Presupuesto genuino para la universidad. Por una universidad democrática, popular, crítica, con perspectiva de género y disidente, al servicio de la liberación de los pueblos.
– Edificio propio para Uader y transparencia en el presupuesto universitario.
– No al ajuste sobre Ciencia y Técnica.
– No a la persecución y criminalización de la protesta social y los luchadores sociales.
– Derogación de la Ley Antiterrorista y protocolos represivos. No a las fuerzas armadas en la represión interna.
– No a las bases militares extranjeras y a cualquier injerencia imperialista en nuestro territorio.
– No a la quita de subsidios. No al impuesto a las ganancias en el salario. Basta de tarifazos. Prohibición de los cortes de servicio por falta de pago. No a las tarifas dolarizadas. Control popular de precios de los servicios básicos, incluyendo el transporte.
– Repudiamos la presencia de los representantes del G20 en nuestro país y rechazamos el proyecto de presupuesto nacional de MACRI y el FMI. Exigimos al gobierno provincial y a los legisladores entrerrianos no otorgar el aval político de aprobación al presupuesto de hambre, entrega y sumisión que se pretende imponer, que implicará profundos sufrimientos a los sectores populares.
¡Que viva la unidad del pueblo y la clase trabajadora!