Pablo Hernández está encerrado en la Unidad Penal de Paraná desde hace 20 semanas. "Cuento los días. Tuve que someterme a humillarme públicamente y que me enviaran a un lugar al cual nunca debí haber ingresado", se defendió en una misiva.
E
l concejal paranaense Pablo Hernández (Cambiemos), detenido
desde inicios de junio en el marco de la causa que investiga presuntos vínculos
entre el narcotráfico y el gobierno de Sergio Varisco, se expresó en una carta enviada a la prensa en la
cual insistió con su inocencia, resaltó su actitud de colaboración con la
Justicia y cuestionó haber sido “humillado por algo que nunca hice”, en alusión
al financiamiento de la banda del narco Daniel Celis.
“Nunca me interpuse al accionar de la justicia e incluso siempre he estado a disposición para colaborar con la misma”, manifestó Hernández en el texto y remarcó: “Por una presunción equivocada e injusta vengo exponiendo mi pellejo, mi espíritu, mi dignidad y mi historia de vida. He tenido que soportar ser humillado públicamente por algo que nunca hice”.
Cabe recordar que el juez Federal Leandro Ríos dispuso el 4 de junio la prisión preventiva de Hernández, así como de la ex funcionaria de la secretaría de Seguridad municipal, Griselda Bordeira, y otros imputados, por considerar que podría entorpecer la investigación en curso. El edil –que no renunció a su banca en el Concejo Deliberante- está sindicado como adquirente de estupefacientes en el expediente que tramita en el juzgado de calle 25 de Mayo.
“Respondí todas las preguntas que se me efectuaron para cooperar con lo que pudiera conocer y tuve que someterme a que me enviaran a un lugar al cual nunca debí haber ingresado”, lamentó Hernández en su misiva pública.
El concejal radical mencionó en la carta que a la fecha se cumplen 134 días de su detención. “Hoy comienzo la semana 20 privado de mi libertad a pesar de que soy inocente. Cuento los días en este lugar y cada vez que escucho ruido de llaves pienso que vienen a devolverme la libertad dado que nunca financié ninguna actividad delictiva, ni nunca adquirí drogas ni para mí ni para nadie y mucho menos he consumido”, aseguró.
También se refirió Hernández a su vida en la unidad penal y
a sus condiciones de detención. “Me hice un juramento a mí mismo: que sería
fuerte, que jamás atentaría contra mi vida, que jamás renunciaría al cargo que
ocupo. Soportaría todo lo que tuviera que soportar hasta el momento en que la
justicia encuentre la verdad y me devuelva la libertad para volver a hacer mi
vida normal”, expresó.
“En la vida jamás tomé ningún atajo ni hice nada que no corresponda. Tengo una historia que lo demuestra”, insistió el dirigente local de la Unión Cívica Radical.
Especialmente se refirió sobre el final a la convivencia en la cárcel. Valoró “el respeto y el cuidado de todos los días” de sus compañeros de pabellón y reconoció que “en mis momentos tristes siempre están para levantarme el ánimo”. Luego mencionó “el trato respetuoso del personal penitenciario, con el cual nunca tuve ningún conflicto”.
(Fuente: Análisis Digital)