Lo dijo el dirigente radical Ricardo Alfonsín, quien manifestó su desacuerdo con el papel que juega la UCR en la alianza y el Gobierno. Afirmó que nunca vio "un partido tan alejado de sus ideas como el radicalismo".
E
l ex candidato a presidente por la UCR, Ricardo Alfonsín, participó del Ciclo de Entrevistas de la Escuela de Comunicación del diario Perfil y aseguró que “algunos radicales le dicen sí a todas las directivas del PRO por creer que es lo mejor para su carrera política” y anunció que lanzó el Espacio de Pensamiento Alfonsinista (EPA) para “demostrarle a la sociedad que el radicalismo oficial no es el que mejor expresa la identidad de la UCR”.
Frente a los estudiantes de Periodismo, Alfonsín también criticó el acuerdo con el FMI, al considerar que lejos de solucionar los problemas económicos de la Argentina “los va a complicar aún más” y dijo que “el Gobierno se preocupa por la macroeconomía, pero se olvida de la gente”, indicó.
-¿Cómo definiría la postura de algunos sectores de la UCR en relación con el PRO?
-Todos en la UCR son conscientes de que han acompañado decisiones inspiradas en concepciones que nada tienen que ver con el partido. Probablemente porque creyeron que eso era lo mejor para el país. A mí no me pudieron convencer. También hay un grupo minoritario que lo hizo porque pensó que era lo mejor para su carrera política.
-Tomando la frase dicha por el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo: “Queremos más Cambiemos y menos radicalismo”. ¿Se arrepiente de haber acompañado este acuerdo?
-No, no me arrepiento. Pero si esto sigue así, yo me voy. Nunca vi un partido tan alejado de sus ideas. Había dos maneras de estar en Cambiemos. Una es la manera que eligió el partido después del 2015, apocado, acrítico, haciendo seguidismo, como si fuera un convidado de piedra. La otra, que es la que yo reclamo, fue la que decidimos en Gualeguaychú con el argumento de que la República estaba en peligro. Supuestamente íbamos a tener el número de diputados, senadores e intendentes, suficiente como para influir en las decisiones trascendentes de la política. Íbamos a colaborar para evitar errores, Íbamos a discernir cuáles proyectos acompañábamos y cuáles no; pero no sé porqué, después de que Cambiemos ganó las elecciones, el partido cambió. Entonces, si se convierte en una expresión política que defiende posiciones liberales o de centro derecha, perdería su esencia y yo tendría que dejar de ser radical porque sino sería un esquizofrénico.
"Nunca vi un partido tan alejado de sus ideas. Había dos maneras de estar en Cambiemos. Una es la manera que eligió el partido después del 2015, apocado, acrítico, haciendo seguidismo, como si fuera un convidado de piedra. La otra, que es la que yo reclamo, fue la que decidimos en Gualeguaychú con el argumento de que la República estaba en peligro"