Dos empleados contratados por el diputado provincial radical denunciaron en televisión que les retenía el 70% de sus haberes. Afirman que desviaba ese dinero para sus movimientos políticos como su candidatura a gobernador.
D
os empleados legislativos contratados por el diputado provincial radical Ricardo Troncoso denunciaron que desde 2015 el legislador les exige que le den casi el 70 por ciento de sus haberes para derivar los fondos a sus movimientos políticos y personales. Según el programa Cuestión de fondo por Canal Nueve Litoral, el perverso mecanismo es instrumentado por Troncoso con diez contratados, muchos de los cuales no pisaron nunca la Cámara de Diputados, pero sirven a los fines del legislador oriundo de Maciá.
Troncoso, ex intendente de su ciudad, ex diputado montielista, incluso les falsificaba las firmas a los destinatarios de los cheques que maneja el presidente de la Cámara de Diputados y que nunca controla como debiera el Tribunal de Cuentas. Hoy precandidato a gobernador por el radicalismo, Troncoso podría ser investigado por la justicia.
Carlos Cozzi era empleado legislativo en el despacho del diputado Troncoso desde el inicio de la actual gestión. Lo despidieron el 12 de septiembre. “Troncoso me trajo de secretario y yo le hacía toda la parte de afuera de Casa de Gobierno. Como un chico de los mandados. Los trámites en los bancos y financieras, las cosas del hotel y comprarle desde papas fritas hasta jabón o pescado en Puerto Sánchez”, contó el hombre ante cámara.
“En 2015 empecé facturando 12.000 pesos y me daba 8.000. Después le facturé por un poco más y me daba un poco más. Pero siempre tenía un vuelto que darle a él. Un vuelto importante. Terminé con un contrato en el que figuraban 25.000 pesos y me daba 15.000”, precisó Cozzi.
El trabajador contó que el mecanismo es instrumentado por el diputado con él, su esposa Marisa y ocho contratados más. “Y llegó a tener 12 contratados”, acotó, al tiempo que describió: “En la oficina estábamos los que trabajábamos, pero había gente que simplemente traía su factura”.
En ese grupo estaba su hija. “Ella le facturaba por 12.000 pesos y se quedaba con 3.000, de los cuales tenía que pagar el monotributo y le quedaban 2.000 y pico”, precisó.
“Nunca nos dio una copia de los contratos. Nos hacía firmar arriba del escritorio sin leer y siempre con la promesa de que íbamos a quedar en planta. Yo veía toda la chanchada, que algo mal estaba, pero como Troncoso era medio noviecito de mi hermana y nos hacía la promesa de que íbamos a quedar en planta, que me podía meter en el Iafas o en cualquier lado, me pedía que aguantara un poquito”, confió Cozzi.
“En promedio se lleva entre 10.000 y 15.000 pesos por cada contrato y en algunos casos 20.000, como el de mi esposa Marisa, a quien últimamente le estaba dando 6.000 pesos de los 26.000 que facturaba”, calculó el hombre.
También mostró audios de WhatsApp. En uno Troncoso le pregunta a la mujer si pudo cobrar un cheque porque tenía que viajar a Maciá. Ella le responde que no y él replica ofuscado: “Tenés que mandarme 20.000 pesos. Te dije que te iba a dar 6.000. Mañana llévalos a la oficina para que me lo manden con el puerta a puerta porque yo me estoy yendo a Maciá. Me hubieras avisado porque hace una hora y media que estoy esperando acá al pedo”.
“Entre los ocho contratos se debe quedar con cerca de 100.000 pesos por mes. Pero llegó a tener 12 contratos así”, amplió Cozzi y contó que “cantidad de veces” le plantearon la cuestión al diputado. “Nos decía que así es porque hay que hacer un aporte a la política. Yo de mi misma plata, y esto es para reírse, le tenía que llevar una parte a una chica puntera de él de Colonia Avellaneda”, confió el hombre.
“La verdad que no me quiero meter, pero los comentarios dicen que varios diputados hacen lo mismo. Yo lo de él lo viví de cerca y lo sufrí. Además de situaciones de maltrato, trata mal y habla mal todo el tiempo. Tengo hasta grabaciones. Denigra, humilla, basurea”, narró Cozzi.
Contó luego que fue despedido luego de que, en un descuido, sacara fotocopias de los contratos. “Esa fue la explosión cuando se enteró. No me dio explicación, embarró todo, hizo todo un juego fogoneándola a mi hermana. Basureándonos, que éramos unas ratas. El último cheque que cobramos el 6 de septiembre le dije a mi esposa que eran nuestros, que si el creía que le robábamos, que hiciera la denuncia”, explicó.
“Yo veía los cheques. Uno a nombre de un tal Perlo, Goyeneche, Acosta. En los cheques que salían a nombre de ellos Troncoso falsificaba el endoso y en ventanilla cobrábamos. Para él eso estaba bien, era legal y normal nos decía”, concluyó Cozzi.