D
e la redacción de INFORME DIGITAL Un foro ferroviario debatió en Villa Elisa este fin de semana sobre la situación del sistema ferroviario en la provincia y la necesidad de políticas que impulsen el desarrollo del tren en Entre Ríos y bosquejó un programa que vaya en ese sentido. Su propuesta son ramales abiertos a particulares y empresas, donde el Estado solamente se encargue del mantenimiento y control de tráfico y cobre un canon. Actualmente hay un solo tren que circula en Entre Ríos y lo hace a lo largo de tan solo 11 kilómetros, entre Paraná y Colonia Avellaneda. Los últimos recorridos que se hicieron en los últimos años pero se dieron de baja fueron Paraná-Oro Verde, Paraná-Concepción del Uruguay y Villaguay-Basavilbaso. En el Ferroclub alertan que la situación es “terminal” y no ven políticas públicas ni de Provincia ni de Nación que apunten a reactivar el sistema. Señalan que de las seis formaciones que el gobierno provincial adquirió en 2010 queda una sola en funcionamiento. “Parece que están esperando que se rompa la última formación para dar de baja el servicio y que se acabe del todo el tren en la provincia”, lamentó el presidente de la organización, Rafael Pirollia, en diálogo con INFORME DIGITAL. Es de suponerse que el área del Estado provincial que debería ocuparse del tema es la dirección de Transporte, dependiente del ministerio de Planeamiento e Infraestructura, pero no hay funcionario a cargo del sistema ferroviario. En cuanto a la Casa Rosada, descartan que haya interés en promoverlo en la provincia. En el Ferroclub cuentan que, ante su consulta, un funcionario de primera línea de Provincia les aseguró que le llevó la inquietud al ministro Guillermo Dietrich pero el titular de Transporte nacional se desentendió: “Dietrich atiende pero dice que no tiene planes para Entre Ríos”, es la versión. Lo último que queda del sistema son dos servicios –mañana y tarde- que recorre los 11 kilómetros entre Paraná y Colonia Avellaneda, a cargo del Estado provincial. En cuanto a la seguridad de la circulación, los Amigos del Tren grafican que las últimas experiencias –y la que queda andando- se dieron “al azar”: esto es, sin barreras ni semáforos para ordenar el tránsito en ciudades y rutas y con el único recurso de la bocina del tren para alertar a automovilistas, motociclistas, ciclistas y peatones sobre la proximidad del paso de la formación. Propuestas En su encuentro de este fin de semana en Villa Elisa, el Ferroclub bosquejó un programa de desarrollo, que quieren hacer conocer a autoridades nacionales y provinciales y para lo cual enviarán sendas cartas “al ministro Dietrich, a los gobernadores de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes y Misiones, a la Cámara de Transporte Automotor y sindicato de Camioneros”, anunciaron. Idearon “un modelo similar al tránsito en las carreteras, donde todos puedan participar a cambio de un canon por la utilización. Una solución usada en países desarrollados”, según indica su comunicado enviado a INFORME DIGITAL. Señalan que ante “el deterioro sufrido desde 1993, mutilo y abandono ramales, si no se actúa de inmediato va camino a su desaparición” y proponen “dejar a un lado al Estado en la corrida de formaciones, adjudicándole a los privados, particulares, empresas, ferroclub u otros, la función de transitar con sus propios trenes tanto en pasajeros como en carga y turismo”. De hecho, particularmente para Entre Ríos, impulsan un “tren termal” entre Capital Federal y Chajarí, que traiga turistas a las termas de Basavilbaso, Villaguay, Concordia, Federación y Chajarí, y, habilitando el ramal Concordia-Concepción del Uruguay, a los complejos de Villa Elisa, San José y Colón. También intentarán reactivar un tren de pasajeros, como “El Gran Capitán” que rodó hasta 2011 entre Federico Lacroze y Posadas; y un tren de carga de arroz desde Villa Elisa para transporte de la Cooperativa Arroceros de la ciudad y otros. Según indicaron a INFORME DIGITAL, la cooperativa gastó unos 400 mil dólares el año pasado en fletes, mientras que transportando en tren se hubiese gastado el 10 por ciento, 40 mil dólares. Estado regulador Para el Estado, la idea del Ferroclub reserva tan sólo la responsabilidad de “regular la normativa, admitir los vehículos aptos, fijar la vía libre de cada tren y de mantener los rieles y estaciones, a cambio de un canon que cada formación pagara por transitar”. Buscan dejar atrás la modalidad de explotación de ferrocarriles “monopólica, tanto estatal como privada” y además afirman que su propuesta “permitirá superar una vieja antinomia (tren-camión), pues el ferrocarril podrá ser utilizado con fines de lucro por empresas de camiones o de ómnibus”. “La experiencia de recuperar ramales abandonados en muy poco tiempo realizada por los Ferroclubes entrerrianos, aportaran la manera de cómo hacerlo solo con cuadrillas de vía y obra establecidas cada determinada cantidad de kilómetros, prescindiendo de costosas empresas, ganado tiempo y generando empleo genuino y definitivo”, culmina la propuesta.