E
n medio del despido de 213 trabajadores del Senasa, organismo que depende del Ministerio de Agroindustria que dirige el entrerriano Luis Miguel Etchevehere, se conoció este miércoles una Carta Abierta firmada por expresidentes y vicepresidentes del organismo, en la que expresan su "inmensa preocupación" por la situación. La misiva, rubricada por Jorge Amaya, Diana Guillén, Carlos Casamiquela y por Carlos Paz, refleja la inquietud frente al cumplimiento de las garantías sanitarias nacionales e internacionales que el Senasa debe prestar. Luego de hacer un raconto sobre la historia de trabajo del organismo y de señalar las ventajas competitivas que su buen funcionamiento implican para el país, advierten que "no se construyen estados de reconocimiento sanitario y fitosanitario destruyendo. Hasta este momento, lo único que se observa es despido de personal calificado en funciones específicas. ¿Qué tipo de servicio se pretende con estas acciones? Primero se desfinanciaron programas, luego se dieron de baja aranceles por servicios prestados al sector privado y se limitó el financiamiento del organismo fijado por ley, y ahora se despide personal. ¿Cuál es el objetivo de este accionar?". Y añaden que "con gran preocupación" ven el "desmembramiento sistemático" de áreas estratégicas del organismo. "Queremos hacer notar al señor ministro que la capacitación para las funciones que se cumplen en el Senasa no se aprenden sólo en los grados o en los posgrados de las Universidades. Se aprenden en el terreno, lidiando con las plagas, las enfermedades y la falta de inocuidad, recibiendo capacitaciones específicas diseñadas por el propio organismo para mejorar la formación de sus trabajadores. Deseamos recalcar que detrás de cada persona despedida y maltratada, hay trabajadores calificados, hay familias, hay vidas con derechos conculcados", señalan en la misiva publicada en medios nacionales. Y en el último tramo de la carta, los firmantes dicen: "Nos preocupa ver de qué forma se deja inerme al Organismo. Porque los despidos que se están produciendo no solo dejan a personas y familias desguarnecidas, con la consiguiente falta de posibilidad de llevar una vida digna, sino que también deja al Senasa sin las herramientas que necesita para cumplir sus funciones. Consideramos que se deben reconsiderar las acciones que se están llevando a cabo. Se está dejando sin trabajo a cientos de personas, trabajadores calificados, a los que se somete a malos tratos, poniéndose en riesgo la salud de los argentinos y las ventajas competitivas de productores y empresarios".