L
a situación que enfrentan los productores de leche en Entre Ríos es dramática, al punto que entre 2016 y 2017 sólo en el departamento Nogoyá, la principal cuenca lechera entrerriana, cerraron 37 tambos, en su mayoría de pequeños y medianos productores. María Guadalupe Vivanco, presidente de la Sociedad Rural de Nogoyá, cuestionó que "tenemos un gobierno que no nos da soluciones, no nos ayuda. Continúa el desamparo". La dirigente, además, remarcó que la sequía ha provocado “un impacto enorme” y estimó que la producción de leche “ha caído un 30%” por lo menos, razón por la cual la institución que preside, junto a la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), su entidad madre, ha pedido la urgente declaración de la emergencia agropecuaria. Crisis tambera La lechería, que “tiene la responsabilidad de sostener a cientos de pueblos del interior” según subrayó Vivanco, viene de "un año catastrófico" según describió la ruralista, quien precisó que entre 2017 y parte de 2016, en la zona de Nogoyá, cerraron 37 tambos de pequeños y medianos productores, si bien hay que aclarar que varios de esos tambos estaban alquilados. "Es dramático porque se trata de familias de varias generaciones de productores de leche. Miles de familias viven directa e indirectamente de los tambos. En el caso del departamento Nogoyá un 35% de los tambos son tambos-queserías, y del total de tambos del departamento el 80% son familiares", agregó la dirigente de la SRA. "Gran desilusión" con Macri "Esa gente se viene a los pueblos, pero se viene con pobreza. Esto hay que detenerlo de alguna forma", expresó, aunque no admitió que las expectativas del sector con el gobierno de Cambiemos fueron frustradas. "Hay una gran desazón, una gran desilusión. Tenemos un gobierno que no nos da soluciones, no nos ayuda, no nos brinda reglas claras, no baja la presión fiscal", lamentó Vivanco. Si bien aclaró que "hay que decir que el campo viene relegado desde hace muchos años", aseguró que en la Sociedad Rural de Nogoyá "sentimos que continúa el desamparo a la producción en el campo. Miro a este gobierno y miro a los anteriores y ninguno le ha dado al campo el lugar que se merece como motor de la economía del país". Para la ruralista nogoyaense, “es importante que se tome conciencia que la crisis de la lechería es económica pero también es social, y tiene un impacto directo en las familias, en la sociedad. Son miles los puestos laborales que se pierden cuando se cierran los tambos y se profundiza el desarraigo rural”, remarcó.