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e la redacción de INFORME DIGITAL Rogelio Frigerio no tiene solamente interés político en la provincia de Entre Ríos, sino también privado, como dueño de Desarrollos Inmobiliarios Alto Delta S.A., una firma que explota tres emprendimientos en el departamento Islas, aprovechando muy bien el nivel productivo y el acceso al río que permite esa zona de la geografía provincial. El ministro es desde hace años socio en DIADSA del diputado provincial de Cambiemos, Martín Anguiano. Según la propia web de la empresa, los emprendimientos son Alto Delta, "de chacras, con una superficie de 3.200 hectáreas"; Barrio Náutico Sagastume, "un barrio de quintas con amarra propia de aproximadamente 40 hectáreas, donde se ubicará la guardería náutica"; y Alto Pecan, "un desarrollo inmobiliario productivo de 500 hectáreas, para el que formó la empresa Nogales de Entre Ríos S.A., la que participa de la dirección del proyecto". Este último negocio es promocionado por el diario Clarín en una nota que puede leerse completa en la sección Entre Ríos en los medios nacionales de INFORME DIGITAL. Alto Pecan ofrece en Villa Paranacito lotes desde US$ 2,90 el metro cuadrado, de cinco hectáreas, con tres hectáreas de plantaciones y dos h libres ;y de US$ 3,75 el m2 para un lote de dos hectáreas, con una de plantaciones y una libre. Según la publicidad que le hace el diario nacional al emprendimiento del ministro, los propietarios de los lotes en el sur de la provincia podrán "disfrutar de su propia chacra náutica con un bosque de nogales de nuez pecán para su explotación", además de practicar disciplinas náuticas como remo, pesca y navegación. La empresa de Frigerio y Anguiano es una de las participantes del negocio, junto con Day.Uriol Demarchi, Arquitectos + Asociados, Forestal Río Uruguay y FARO. El conglomerado eligió muy bien para sus intereses la ubicación de las 'chacras productivas'. Obras y críticas En la difusión del proyecto, admiten que "periódicamente el Paraná, el Uruguay o las sudestadas extraordinarias que aumentan el nivel del río de la Plata obligan a evacuar ganados y perturban, en ocasiones por meses, la actividad normal de sus pocos pobladores actuales", aunque resaltan que el negocio cuenta con "un campo de 3.500 hectáreas al que la amenaza de la inundación resulta indiferente". Eso se debe, según la misma difusión de las empresas, a que "Alto Delta a fines de 2008 inició grandes tareas de movimiento de tierra y excavó una importante vía fluvial artificial, con la que sobrellevar sus propias márgenes a una cota muy por encima de la mayor creciente conocida, y así construir una protección contra inundaciones en todo el perímetro del campo". Son algunas de las muchas obras que se hicieron en la zona para asegurar los emprendimientos, y que generaron rechazo de productores de la región. Por caso Jorge Temporetti, presidente de la filial Delta de la Federación Agraria, quien advirtió que “esta es toda tierra inundable. Acá se están haciendo cosas que crean las condiciones para que ante un evento grave de la naturaleza tengamos una situación como la que generó el Katrina en Nueva Orleans. Si quieren hacer rutas y diques que van cercenando todas las zonas de paso del Paraná, con los caudales que tiene, quiero que me expliquen por dónde van a pasar el agua”. Otro de los críticos, pese a ser primo del ministro, fue el presidente de la Sociedad Rural de Islas del Ibicuy, Armando Cadoppi. “La excesiva permanencia de las aguas en los campos se debe a obras ilegales sin control ni regulación y sin plan integral de manejo hídrico. Todo es ilegal. Existe la ley pero nadie la cumple. Si no estuvieran pensando únicamente en su interés personal, tendrían que dar un ejemplo”.