E
l oficialismo anunció que compensará la reducción inicial que sufrirá el aumento de las jubilaciones. La decisión se tomó ayer por la tarde en la Casa Rosada, una vez fracasada la sesión en la Cámara de Diputados. “Todavía no se sabe bien cómo se va a instrumentar. Lo estaban evaluando ayer en (el Ministerio de) Hacienda. Sería por decisión administrativa o por decreto. Difícilmente por ley”, anticipó un importante miembro del interbloque de Cambiemos. En un primer momento se barajó la posibilidad de imponer la reforma previsional por decreto de necesidad y urgencia (DNU), sin embargo se dejó rápidamente de lado, sobre todo después de un furibundo tuit de Elisa Carrió. “Carrió y la Coalición Cívica juraron respetar la Constitución Nacional y no la van a violar bajo ningún concepto. Un DNU violaría gravemente la Constitución Nacional”, advirtió la líder de la CC. La compensación que daría el gobierno serviría para cubrir la pérdida que originaría el paso de la ley actual de movilidad a la nueva ley previsional, si finalmente la aprueba el Congreso, informó este viernes La Nación. El cambio de fórmula alcanza a unos 17 millones de personas, entre jubilados, pensionados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH). La reforma previsional que impulsa el gobierno modifica la actual fórmula, de ajuste semestral, que consiste en un 50 por ciento atada a la evolución de los salarios y 50 por ciento a la recaudación. La nueva fórmula se basa en un 70 por ciento de inflación y 30 por ciento de suba de los salarios formales (Ripte). El aumento, en lugar de semestral, será trimestral. Esto implicaría que en marzo próximo, en vez de cobrar una suba del 12 por ciento, se otorgaría un 5,7 por ciento por el trimestre de julio a septiembre de 2016. La oposición advirtió que, con esta nueva fórmula, los jubilados percibirán una suba significativamente inferior a la que cobrarían con la ley actual, con un retraso de hasta seis meses en el ajuste de los beneficios. El oficialismo sostiene que, si bien percibirán un aumento menor, en 2018 será superior en cinco puntos a la inflación. Con este argumento, Carrió cerró filas con el gobierno y anunció el lunes pasado su apoyo a la reforma. Sin embargo, ante las dificultades para conseguir los votos en la Cámara de Diputados, legisladores del radicalismo y de PRO hicieron llegar al gobierno la propuesta de instrumentar una compensación monetaria a los jubilados con el propósito de facilitar las negociaciones con la oposición, en especial con el bloque de los diputados peronistas. Sin embargo, no tuvieron éxito. Los desmanes ocurridos ayer en el interior de la Cámara de Diputados y en los alrededores del Congreso obligaron al gobierno a dar marcha atrás. Eso sí: convocarán a los gobernadores del PJ para que ratifiquen su apoyo a la reforma previsional. “Se hicieron los distraídos. Pero si sus diputados no votan la reforma previsional, se caerá el consenso fiscal y no habrá compensaciones para nadie. Que pongan la cara, que no vengan con el verso de que no pueden controlar a sus diputados”, reprochaban ayer en el interbloque oficialista.