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onsiderado por muchos como un producto netamente del verano, las recientes estadísticas publicadas por la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA) revelaron que no sólo el consumo en invierno llegó a un récord histórico, sino además que los argentinos consumimos en promedio unos 6,9 kilos por persona por año. Este impresionante número, se explica en cierta forma en las raíces de la inmigración, en gran medida de origen italiano, uno de los países considerado la cuna de las cremas heladas. A principios de siglo XX, existió un impresionante boom de heladerías en el país, sobre todo en la Capital Federal, que rápidamente se fueron expandiendo al resto de la Argentina. En la actualidad, la oferta de helado es muy amplia. A tal punto que algunas cadenas que contaban con apenas 10 franquicias a principios de milenio, hoy cuentan con más de 1.000 locales a nivel nacional. Además, existen grandes mejoras en términos de delivery, permitiendo que se pueda pedir helado, incluso a las heladerías más chicas, a través de internet o una aplicación, sin temor a que se derrita en el camino. El dato de AFADHYA se contrasta con los que publicaban en el año 2000, en los que el consumo de helado a nivel nacional alcanzaba apenas los 3 kilos. A diferencia de esa época, el helado dejó de ser un producto casi exclusivo del verano, para pasar a consumirse casi de igual manera en invierno. Es que a través del delivery, no hace falta ir hasta la heladería en los días más fríos. Aunque de acuerdo con el presidente de AFADHYA, Gabriel Fama, no es el frío el principal enemigo del helado, sino la lluvia. Ya que según expresaron desde la institución, las ventas caen más del 30% los días con precipitaciones, incluso en las fugaces lluvias de verano. “El consumo del helado artesanal viene creciendo. El año pasado hubo un invierno con temperaturas más bajas y eso, sumado a la aparición tardía de la primavera este año, estanca el consumo. Pero en general está en crecimiento", amplió Fama. Cuestión de gustos y herencia En términos de sabores, los que más predominan en Argentina son el dulce de leche, el chocolate y la frutilla. Muchos heladeros señalan que a la hora de innovar en los sabores hacen eje en estos gustos para crear sus nuevas cremas heladas. Luego de estos sabores, las cremas (del cielo, granizado) están entre las predilectas de los argentinos, así como las frutas tanto a la crema como al agua. Según Gabriel Fama, esto es porque “El helado artesanal forma parte de nuestra identidad y representa la historia de la gastronomía nacional. En Latinoamérica, Argentina es líder en consumo de helado.Esto tiene que ver con la inmigración y la llegada de la tradición de helado que todavía se mantiene: se siguen usando recetas originales y materia prima de calidad, huevos frescos, frutos, etcétera". Es que en Argentina cerca de un 60% de los argentinos toman helado para “darse un gusto”, para salir de la rutina y escaparse a la infancia, aunque sea por un breve momento. Además de generar un enorme placer, es una de las sensaciones más reconfortantes de la juventud, que más de uno recuerda a pleno detalle.