E
l plan del gobierno es plantear, en las próximas semanas, que las negociaciones paritarias venideras deben realizarse con un número único sobre la mesa: 10 por ciento. Sería un récord -a la baja- en más de una década. Para ello, Federico Sturzenegger, el presidente del Banco Central, es un hombre clave, ya que será quien, con su política de tasas de interés súper altas, busque regenerar la confianza necesaria para que todos crean en su meta de inflación que, casualidad, es del 10 por ciento. En rigor, no se descarta que las tasas sigan su camino alcista. “Nosotros queremos que las paritarias tomen la meta -inflacionaria- y agreguen las ganancias de productividad que tuvieron. Que las empresas paguen los salarios que pueden pagar sin afectar su competitividad”, confesó el secretario de Hacienda, Sebastián Galiani, en declaraciones a la prensa, en las últimas horas. Se trata de toda una señal para el sector privado. Según publicó Ámbito Financiero, el pedido que baja de Hacienda es que no haya demasiado énfasis puesto en los conceptos de "piso" y "techo" para las metas de inflación. En los próximos días podrían activarse las "cláusulas gatillo" de varios acuerdos paritarios, ya que en los primeros diez meses del año la inflación sumó 19,4%, apenas una décima de diferencia respecto de, por ejemplo, la paritaria del sindicato que conduce Sergio Palazzo. El titular de la Bancaria pactó un ajuste de 19,5% para todo 2017. El Gobierno mira con aprobación el acuerdo alcanzado con Tierra del Fuego y la UOM de aplazar paritarias dos años a cambio de que no haya despidos. Hay quienes anticipan que los sectores más dañados de la economía podrían intentar un acuerdo de estas características.