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os gobernadores peronistas terminarán de pulir mañana a la mañana en el Consejo Federal de Inversiones, en el centro porteño, su postura frente al amplio pacto por el "Consenso Fiscal" que impulsa Mauricio Macri y que genera preocupación entre los Ejecutivos por su impacto en las arcas locales y, en algunos distritos, en los trabajadores. Será en la antesala de la nueva cumbre que mantendrán el jueves el Presidente y los mandatarios de todo el país y en la que Macri pretende sellar el entendimiento. El texto incluye desde la solución política a la puja por el Fondo del Conurbano hasta metas estrictas de reducción del gasto y de baja de Ingresos Brutos, cambios en el cálculo de la movilidad jubilatoria y retoques en Ganancias que afectarán a empleados provinciales, entre otros ejes. Al encuentro del CFI volverá a asistir además un extrapartidario que tracciona como aliado: el socialista santafesino Miguel Lifschitz. También serán de la partida ministros de Economía justicialistas y algunos fiscales de Estado, todos sumidos por estas horas en un frenesí de reuniones en sus distritos para analizar la letra chica del acuerdo que alienta la Casa Rosada. El cónclave de mañana sería desdoblado en dos tandas: a las 9.30 los ministros y, a las 11, los gobernadores. Ayer Lifschitz blanqueó en voz alta una postura en la que coinciden otros mandatarios: que el cúmulo de quejas y reclamos que acumulan las provincias frente a la letra chica del megapacto es tan denso que ven difícil que el entendimiento sea rubricado el jueves. "La pretensión del Gobierno es este jueves llegar a un acuerdo (pero) lo veo un poco complicado porque son muchos temas que hay que analizar y no sé si todas las provincias vamos a tener las mismas posiciones; lo que quedó claro es que ánimo de diálogo hay", dijo según consignó Ámbito Financiero. Entre los puntos más incómodos están, entre otros ejes, la presión para bajar Ingresos Brutos con alícuotas máximas; la pretensión de Nación de dejar de coparticipar el Impuesto al Cheque, el impacto del revalúo impositivo en el reparto de Ganancias, la obligación de resignar juicios por fondos y la falta de precisiones sobre la asistencia financiera a las 13 cajas de jubilaciones no transferidas. Pero el análisis de mañana miércoles estará puesto también en un costado incómodo: los eventuales costos de no firmar el entendimiento. Según el borrador del acuerdo, a priori eso podría hacer caer los envíos a esos distritos del Fondo Federal Solidario (el sojero), ya que se estipula que será distribuido "entre las jurisdicciones que adhieran y cumplan con este consenso". Pero además determina que "el Estado nacional, las provincias y CABA acuerdan suspender los plazos para el cumplimiento de las cláusulas del Pacto Fiscal II entre quienes aprueben este consenso". En los hechos, a los que no lo hagan les estallará la obligación de bajar fuertemente los Ingresos Brutos y Sellos. Con ese telón de fondo, arrancó este lunes el desfile de mandatarios y ministros por despachos nacionales, en medio del intento de Balcarce 50 de garantizar el aval de las provincias al diagrama de reformas. La grilla incluyó un acuerdo con Tierra del Fuego por la baja del impuesto interno a los artículos electrónicos.