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e la redacción de INFORME DIGITAL En un fallo histórico e inédito en Entre Ríos, Juan Diego Escobar Gaviria se convirtió este miércoles en el primer cura católico condenado en la provincia por abusos sexuales a menores, agravada por su carácter sacerdotal. El Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay dio a conocer el veredicto, que lo condena a 25 años de prisión efectiva. Los jueces María Angélica Pivas, Roberto Cadenas y Darío Crespo concluyeron de manera unánime en que fue hallado autor material y penalmente responsable del delito de promoción de la corrupción de menores agravada por su condición de ministro de culto, en base a cuatro casos que se constituyeron en la acusación contra el cura ‘sanador’. El fallo de los jueces, del que se conoció el adelanto del fallo –la lectura completa de fundamentos se hará el jueves 14- se dio en concordancia con la pena solicitada por la Fiscalía y la Querella. Este miércoles en los tribunales gualeyos se hizo presente sólo la defensa técnica del religioso: Escobar Gaviria no fue a la lectura de la sentencia. Los magistrados ratificaron con pruebas “objetivas y subjetivas” que el sacerdote colombiano “actuó con intención en todos los casos”. La jueza Pivas lo sintetizó así: "Escobar Gaviria quiso lo que hizo e hizo lo que quiso". El cura católico está en prisión preventiva en la Unidad Penal de Victoria, medida que fue prorrogada por los jueces debido a que entienden que hay “peligro de fuga” de parte de Escobar Gaviria. Los abusos del sacerdote católico a sus monaguillos que corroboró el tribunal sucedieron mientras Escobar Gaviria tenía a su cargo la parroquia San Lucas Evangelista de Lucas González, localidad del departamento Nogoyá en la que supo instalar una personalidad carismática, fortalecida por su fama de “sanador”. De hecho, el juicio al cura dividió a la población del lugar entre quienes apoyaban a los denunciantes y quienes respaldaban al católico. Primer caso La de Escobar Gaviria es la primera sentencia en Entre Ríos en un juicio por abusos sexuales a menores cometidos en el seno de la Iglesia Católica. Los otros casos icónicos que se dirimen actualmente en el Poder Judicial son los de Justo José Ilarraz, por corrupción de menores en el Seminario de Paraná entre las décadas de 1980 y 1990, y el de Marcelino Moya, el 'cura payador' de Villaguay. Ilarraz deberá enfrentar su juicio oral a partir del 13 de noviembre, en un nuevo proceso que quedará para la historia de la provincia y que viene atrasado desde hace años debido a las sucesivas apelaciones interpuestas por la defensa del prelado para que no se lo siente en el banquillo. El caso Moya, en cambio, aún no está resuelto que se eleve a juicio y se encuentra en Casación, donde los defensores arguyen la prescripción de los delitos imputados.