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e la redacción de INFORME DIGITAL Como consecuencia de la renuncia del ministro de Salud, Ariel De la Rosa, hombre del diputado provincial y secretario General de UPCN Entre Ríos, José Allende, todos los funcionarios del gobierno provincial que responden a dicho dirigente le presentarían sus respectivas dimisiones al gobernador Gustavo Bordet y se avizora un escenario de fuerte conflicto entre el sector y el gobierno. Este viernes se conoció que De la Rosa le llevó su renuncia al gobernador y que Bordet se la aceptó. El ahora ex ministro de Salud quedó envuelto en el escandaloso caso de los gremialistas de UCPN detenidos por haber ido a ‘apretar’ a la directora de un hospital en Diamante para que reincorpore a una enfermera y supuesta delegada del gremio en el nosocomio. El médico y ex primer funcionario de Salud de la provincia presentó espontáneamente un escrito ante la Fiscalía de Diamante para ponerse a disposición del Poder Judicial en la investigación por la que tres dirigentes de UPCN, del círculo inmediato de Allende, quedaron con prisión domiciliaria por dos semanas. De la Rosa fue públicamente involucrado en la causa por la procuradora Adjunta del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Cecilia Goyeneche Según aseguraron a INFORME DIGITAL fuentes autorizadas con llegada al gobierno provincial, la salida de De la Rosa está generando una ola de renuncias de todos los funcionarios de Salud vinculados a UPCN y a Allende. Los primeros nombres que trascendieron son los del subsecretario de Administración de la secretaría de Salud, Sebastián Calero; la directora General del Primer Nivel de Atención, Flavia Maidana; el director de Atención Médica, Mario Tizzoni; y la directora del Registro Civil, Vanesa Inés Visconti. Según afirmaron fuentes gremiales, Allende “no tolera que la Policía de la provincia que responde a Bordet haya arrestado a su lugarteniente en el gremio, Fabián Monzón, y la posterior viralización de la noticia en los medios de toda la provincia”. Antecedente Cabe recordar que en noviembre del año pasado, la cuerda entre Allende y el gobernador Bordet llegó al límite de tensión y estuvo a punto de romperse con una catarata de renuncias de los funcionarios del diputado sindicalista. En ese entonces, la versión más firme lo atribuía al supuesto malestar del legislador con el Ejecutivo por el manejo de fondos de Vialidad Provincial. El terremoto político incluiría en ese momento a funcionariado de diversos escalafones, como coordinadores de programas, secretarios y directores de hospitales. El conflicto se desactivó a tiempo y Allende bajó los decibeles. “Los funcionarios míos tienen la renuncia a disposición del gobernador todos los días", advirtió entonces en diálogo con INFORME DIGITAL.