D

e la redacción de INFORME DIGITAL Una vez más, el diputado y secretario general de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), José Allende, amenazó con llenar de carpas la explanada de Casa de Gobierno, aludiendo al reclamo elegido por el sindicato durante el gobierno del radical Sergio Montiel. La advertencia la expresó este miércoles en su discurso frente a trabajadores de UPCN que se movilizaron exigiendo un aumento salarial que esté por encima del 18% anual que ofreció la administración Bordet. En su alocución, Allende afirmó que el próximo 6 de abril se sumarán al paro nacional convocado por la CGT, pero remarcó que “vamos a parar en Entre Ríos por el salario de los entrerrianos. Que no se saquen el saco y se lo pongan a otro”. La frase fue directa para el gobernador Bordet. En esa línea, Allende amenazó con endurecer el reclamo si no hay respuestas: “nosotros no nos presentemos para gobernador y presidente, que se hagan cargo y den soluciones. Lo menos que le vamos a hacer es volver a ponerle una carpa frente a Casa de Gobierno, y muchas carpitas chiquitas alrededor”. Lo curioso del discurso fue que el tono e incluso algunas de las advertencias se asemejan a otras esgrimidas en 2008, cuando entonces gobernaba Sergio Urribarri. En aquella oportunidad, dijo Allende: “nos tocaron gobernadores difíciles y supimos dar la batalla. Ahora luchamos contra un gobierno sordo y lo tendremos que hacer escuchar” (Ver video adjunto: Allende disparó sin piedad contra Urribarri). Luego de definir a la entonces presidenta Cristina Kirchner como “reina Cristina”, pidió a Urribarri que “mire alrededor de su despacho” para que vea los pobres de la provincia. Allí soltó además: “tiene dos formas para evitar la carpa: dar respuesta a los trabajadores o llenarla de carpas K, que me parece que en Entre Ríos van a estar vacías”. El discurso se encendió al punto tal de comparar a Urribarri con Hitler, y días después tuvo que salir a pedir disculpas. (Ver video: disculpa pública). Cabe recordar que Allende fue electo diputado provincial por primera vez en 1999 integrando el bloque del PJ, en aquel momento representando a la oposición legislativa a la gestión de Montiel (UCR). Desde entonces no dejó la Cámara Baja, siendo reelecto en los sucesivos períodos 2003-2007 (con Jorge Busti de gobernador); 2007-2011, en la lista de Sergio Urribarri y desde 2011 acompañando el proyecto kirchnerista. En 2015 fue reelecto. Lidera el gremio UPCN de Entre Ríos desde el año 1998 y, habiendo sido reelecto en las elecciones de 2014, cumplirá en 2018 20 años al frente del sindicato. “No me vengan con dualidades” Este miércoles, en su discurso frente a la Casa Gris, Allende volvió a exhibir un discurso combativo. “Siempre Upcn en las peores épocas mostró la lucha en la calle, nosotros no somos de los que caminan la calle y suben el ascensor a hablar con el gobernador por la puerta de atrás”, dijo. Más adelante dijo sentirse “orgulloso de decir que soy peronista” ya que “la primera obligación que tengo es con cada uno de los trabajadores como decía Perón y Evita”. “No me vengan a mí con dualidades, que como voy a estar en la Cámara y en el sindicato, estoy en cada lugar que tenga que estar”. En cuanto al gobierno nacional, Allende dijo que “se acabó la tolerancia, no fuimos golpistas, fuimos pasivos, le dimos un año y cinco meses para que dejen de hablar del pasado, para que hablen del presente y el futuro. Y cada vez que hay una movilización vuelven a meter preso a un peronista”. Al gobierno de Gustavo Bordet, el pedido fue que “recapacite y que mire los números reales” ya que no van a aceptar el 18% de aumento anual. “No vamos a aceptar el 18, de ninguna manera ni cifra parecida. Queremos la clausula gatillo, pero antes queremos recuperar el salario que nos hicieron perder el año pasado”, sostuvo Allende. Al finalizar, reiteró la amenaza que ya le había hecho a Urribarri, la de llenar la explanada de Casa de gobierno de carpas. “Lo menos que le vamos a hacer es volver a ponerle una carpa frente a Casa de Gobierno, y muchas carpitas chiquitas alrededor”, fue la frase celebrada por trabajadores y militantes.