L
a familia del fallecido empresario norteamericano Douglas Tompkins puso en venta la Estancia Laguna Blanca, campo de 3.000 hectáreas ubicado en la confluencia de los ríos Feliciano y Paraná, en el departamento la Paz, en zona de la ciudad de Santa Elena. La decisión se conoció luego de que autoridades a cargo del emprendimiento despidieran cerca de 12 trabajadores el viernes 24, reduciendo al mínimo la planta de empleados. La mayoría de las personas despedidas son hombres que pertenecían al área de frutales y agricultura. En la notificación entregada a los trabajadores, se informó que la desafectación es “por razones de reestructuración interna ante la potencial venta del establecimiento”. La nota cuenta con dos firmas: la de la escribana pública Gimena Romina René y otra sin la aclaración correspondiente. Entre Ríos Ahora pudo determinar que la rúbrica sería de Eduardo Chorén, quien administra la estancia. Es el empresario que estampó su firma en el proyecto agroindustrial presentado al municipio de Santa Elena el 15 de mayo de 2013, meses antes de que se desate una fuerte polémica por el proyecto del entonces intendente Domingo Daniel Rossi de vender tierras al magnate que incluían un barrio y espacios de la propia ciudad. Uno de los trabajadores despedidos –cuya identidad se reserva- indicó que tras la muerte del empresario “veían venir que la empresa empezaría a echar gente”. Tompkins murió de hipotermia el 8 de diciembre de 2015, luego de caer a las gélidas aguas del lago binacional General Carrera, en Chile, durante una travesía en kayak. Tenía 72 años. En retirada Tras su muerte, los herederos del multimillonario pusieron en venta estancias del millonario en Entre Ríos y Corrientes. Ya en 2014, el empresario había anunciado la venta de las estancias Laguna Blanca y Malambo (también ubicada en Santa Elena). Entonces, dijo que el cierre se debía a la “inestabilidad económica y al clima político salvaje”. Pero los emprendimientos resistieron tres años más. Este 2017, sin Tompkins, autoridades de la empresa informaron a sus trabajadores que existe la posibilidad de la venta del establecimiento. Ello se informó al momento de concretar los despidos. La viuda de Tompkins, Kristine McDivit, comenzó a desprenderse de diferentes tierras tras la muerte de su esposo. A fines de 2015, la mujer donó al Estado argentino 150 mil hectáreas para la creación de un Parque Nacional en los Esteros del Iberá. La donación, en cambio, no es una posibilidad en el caso de las tierras de Laguna Blanca. Los proyectos del magnate En nuestro país, Tompkins se quedó con la reserva natural Iberá, un área de más de 500.000 hectáreas, bajo cuyas tierras se encuentra el Acuífero Guaraní, considerado una de las reservas de agua dulce más grandes del mundo. Como en otros lugares del país donde los Tompkins tienen o tuvieron grandes extensiones de tierras, en Laguna Blanca impulsaron la producción orgánica, es decir, sin usar químicos. El norteamericano adquirió el extenso campo a orillas del río Paraná alrededor de abril de 2007. Cosechó trigo, lino marrón, dorado, avena, triticale, sorgo colorado y blanco y porotos de todo tipo. Entre los frutos plantados se destacaron la nuez pecan, almendros, higos, ciruelos, entre otros. En tanto, en la granja contaban con colmenas de producción de miel y gallineros. El magnate supo tener allí cerca de mil ovejas Dorper, raza altamente cotizada en el mercado internacional. De concretarse la venta del extenso campo de Laguna Blanca, los herederos de Tompkins dejan atrás uno de los proyectos más ambiciosos que el empresario impulsó en tierras entrerrianas. (Entre Ríos Ahora)