P
ara este año, el organismo aprobó con un solo voto en disidencia (el de la doctora Dora Barrancos, representante por el área de Ciencias Sociales) 450 vacantes, alrededor de la mitad de lo que se ofrecía hasta 2015. El 50% se asignará a temas estratégicos y tecnologías, y el otro 50%, a las grandes áreas (ciencias básicas). "No hay achicamiento, porque se seguirá ofreciendo el mismo número de becas", dijo el presidente del Conicet, Alejandro Ceccatto. El ministro de Ciencia, Lino Barañao, dio a conocer estas precisiones durante una reunión de prensa este jueves en la que también estuvieron presentes el secretario de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, ingeniero Jorge Aguado, y el subsecretario de Coordinación Administrativa, Rodolfo Blasco. Durante el encuentro se aseguró que hasta el 31 de diciembre seguirá el "proceso de transición" para resolver la situación de los 498 becarios evaluados y recomendados que no fueron incorporados en 2016 por los recortes. Según los funcionarios, ya comenzaron "las negociaciones políticas" con otros organismos del sistema científico que podrían incorporarlos, como el INTI, el INTA y el Instituto Nacional del Agua. Las organizaciones de becarios, que anteayer se manifestaron en el Polo Científico, no están de acuerdo con esta solución. "Achicar la planta del Conicet es obstruir el avance de líneas de investigación ya en marcha", opinó Lucila D'Urso, de Jóvenes Científicos Precarizados. Los “temas estratégicos” que se priorizarán están delineados en el Plan Argentina Innovadora 2020. Y disparan otro cortocircuito: “Las ciencias sociales tienen pocos temas estratégicos y los que trabajan en esas áreas se van a ver perjudicados”, cree Lucía Maffey, de la misma agrupación de jóvenes científicos. Las "áreas estratégicas" son agroindustria, energía, salud, medio ambiente y tecnología social. Los temas van desde la producción de alimentos, la agricultura familiar y los recursos oceánicos hasta el uso racional de la energía, tecnologías para el petróleo y gas, autopartes y motopartes, nuevos materiales para logística y transporte, impresión 3D, microelectrónica y equipamiento médico. También incluye sistemas de datos asociados al cambio climático, manejo de recursos hídricos, nuevos recursos para la educación y seguridad ciudadana, entre otros. La otra mitad de las becas de investigador se destinará a “grandes áreas de conocimiento”, donde entra la ciencia básica en sus diferentes disciplinas. Otra novedad anunciada ayer es que el 30 por ciento de las becas deberá otorgarse a científicos que trabajan en áreas geográficas “no centrales del país”. Barañao advirtió por otra parte que “el momento histórico es otro a aquel en el que se lanzó el Plan Argentina Innovadora 2020” (marzo de 2013) cuando el objetivo era llevar a 14 mil el número de investigadores. Hoy es de 10.036. “Llegaremos a ese número pero de manera sustentable”, afirmó. (Clarín y La Nación)